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Los trabajadores de Clesa piden a los tribunales que aceleren la venta de Cacaolat

Los antiguos empleados de Clesa Madrid han exigido hoy a la Justicia catalana, tras conocer que ha rechazado la impugnación presentada por Proactiva a la venta de Cacaolat, que acelere el traspaso de la firma de batidos perteneciente a Nueva Rumasa. La plantilla de Clesa, sociedad que posee el 95% de las acciones de Cacaolat, espera poder cobrar así los más de 12 millones de euros que les debe la administración concursal.

Así lo ha asegurado a EL BOLETÍN Luis Muñoz, miembro de la comisión de seguimiento del ERE extintivo de Clesa en representación de CCOO, también integrada por Antonio Vaquero, de UGT, y José Luis del Río, del Sindicato Independiente, quienes consideran que “ya es hora de que la venta se haga urgentemente por dos motivos”.

“Primero por la tranquilidad que representa la continuidad para todos los trabajadores de Cacaolat de Barcelona”, ha indicado, y segundo por que gracias al traspaso de la firma de batidos “los más de 600 trabajadores de Clesa Madrid a los que se les adeuda más de 12 millones de euros, y que llevan en este conflicto hace ya un año, podrán cobrar todo lo que se les adeuda por la parte de la Administración Concursal”.

Los administradores ya indicaron a los trabajadores de Clesa que no podrían ingresar las nóminas, finiquitos e indemnizaciones acordados al firmar el ERE extintivo el pasado mes de mayo en el plazo acordado, que termina el próximo 29 de enero, porque “no hay dinero”. Sin embargo, si la venta de Cacaolat se hace efectiva, y al poseer la firma láctea de la capital casi la totalidad de las acciones de la catalana, la plantilla podría recibir el pago comprometido.

Este diario ha tenido acceso al auto fechado el 23 de enero en el que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona ha rechazado la impugnación realizada por Proactiva, dueña de la planta de Letona donde se producen los batidos de Cacaolat, contra la adjudicación de la unidad productiva de esta firma a la alianza integrada por Damm, Cobega y Victory.

El tribunal considera que la impugnación no tiene base y constata la “manifiesta desproporción existente” en la pretensión de Proactiva, que quiere dejar sin efecto alguno, obviando el interés concursal, la “continuidad empresarial de Cacaolat, con una plantilla de 418 trabajadores”, una compañía que “satisface puntualmente la renta pactada en el contrato de subarrendamiento de la nave donde se desarrolla la actividad empresarial”.

La sociedad inmobiliaria propietaria de la planta de Letona decidió impugnar la venta de Cacaolat, cerrada a finales del año pasado, por un desacuerdo sobre el importe del arrendamiento que debían asumir los nuevos propietarios de la firma de batidos.

No obstante, la controversia surgió al conocerse los planes de la alianza, que pasan por producir Cacaolat en la planta de Letona durante 18 meses y trasladar posteriormente la actividad a la fábrica de Damm en Santa Coloma de Gramenet.

Ante las peticiones de Proactiva, el tribunal ha decidido rechazar este recurso e imponer el pago de las costas derivadas de este proceso a la sociedad inmobiliaria.

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