La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, quiere que los jubilados trabajen. Así lo ha asegurado durante su primera comparecencia en el Congreso, donde ha indicado que trabajará para introducir los cambios necesarios que permitan alargar “voluntariamente” la vida laboral de los trabajadores. Báñez hacer compatible el cobro de la pensión y un salario.
La titular de Empleo, que ha asegurado que la reforma laboral que prepara el Gobierno será “completa y equilibrada, operativa y útil”, ha dicho también que el objetivo del Ejecutivo es elevar el 6% de trabajadores que se jubila después de los 65 años.
Por ello la ministra ha abordado esta iniciativa, que actualmente es posible a través de dos tipos de acuerdos. Por un lado, la jubilación parcial a partir de los 60 años, a través de la que una persona puede jubilarse parcialmente, pasando a cobrar de la Seguridad Social un máximo del 75% de la pensión y de la empresa el 25% restante, en concepto de salario. No obstante, esta opción sólo está abierta a aquellos trabajadores por cuenta ajena.
Por otro está la jubilación flexible, que se deriva de la posibilidad de compatibilizar la pensión de jubilación con un contrato a tiempo parcial. En este caso, el jubilado puede ser repescado por la misma empresa de la que se jubiló o bien ser contratado por una nueva.
Pensiones.
Durante su comparecencia Báñez también ha hablado de la necesidad de hacer un esfuerzo para que las pensiones sean proporcionales a “las aportaciones realizadas a lo largo de toda la vida laboral”. Además, la ministra ha abogado por reducir las prejubilaciones en la medida de lo posible para acercar la edad real de la jubilación a la edad legal.
La ministra también está dispuesta a poner freno al uso del paro como mecanismo de jubilación encubierta, pues el 25% de los trabajadores que se jubilan provienen de las listas de desempleados.
