Nacional

Julián Maeso, en Bogui Bar

Clásico donde los haya. Un órgano Hammond, con su inconfundible sonido ‘leslie’, una guitarra y una batería. Estas son las armas que emplea Julián Maeso para configurar su oferta sonora. Mimbres suficientes para que este teclista de amplio recorrido convierta sus actuaciones en orgías rítmicas de obligada asistencia para los aficionados españoles a la música negra.

En el curriculum de Maeso figuran bancas como The Blackbirds, The Sunday Drivers, The Sweet Vandals o Speak Low y participaciones como ‘mercenario’ solvente con M-Clan o la banda de Quique González. Ahora con su trio enfoca un sendero más personal que parte del jazz y viaja hacia la psicodelia.

Para conseguirlo resulta vital también la participación de sus actuales compañeros de viaje Gonzalo Maestre a la batería y Carlos Murillo a la guitarra, cuya implicación en el proyecto supera con mucho el simple papel de acompañantes del lider.

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