María Dolores de Cospedal se ha visto obligada a agachar la cabeza y aceptar las duras condiciones que ha puesto una discípula de Francisco Álvarez Cascos, Mercedes Fernández, más conocida como ‘Cherines’, para aceptar la oferta de Rajoy de encabezar la lista del partido a las elecciones del 25 de marzo en Asturias. ‘Cherines’ no sólo será la rival de Cascos en las urnas, sino también presidenta del PP en el Principado.
La orden de Mariano Rajoy de evitar, por todos los medios posibles, que Cascos le vuelva a poner en evidencia como ya hizo ganando las elecciones en Asturias en el mes de mayo ha puesto en evidencia la influencia de Cospedal en las filas populares. La secretaria general y presidenta manchega ha tenido que admitir todas y cada una de las exigencias que Fernández ha puesto sobre la mesa para aceptar ser la candidata del partido en Asturias.
Cospedal no sólo se verá obligada a ‘bendecir’ las listas electorales que ‘Cherines’ quiere imponer a la dirección nacional del partido y que va a suponer toda una revolución en las filas populares del Principado al suponer una ‘limpia’ en el partido. Además, de dar entrada a sus afines, según han asegurado fuentes del PP, Fernández ha pedido la cabeza del actual presidente del partido Ovidio Sánchez.
La discípula de Cascos quiere ostentar todo el poder de la ‘federación’ asturiana. Un poder absoluto al que ha accedido la propia Cospedal que ha forzado, según estas fuentes, que si no hay sorpresas, en las próximas horas Sánchez presente su dimisión como máximo responsable de los populares del Principado.
Una Presidencia que recaerá en manos de Mercedes Fernández y que la dará manos libres para actuar a su libre antojo en la región.
