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El ‘culebrón’ de los Ruiz-Mateos, sin solución un año después

Después de un año de incertidumbre, el ‘culebrón’ montado por los Ruiz-Mateos sigue sin solución. Hoy se cumple un año desde que la familia jerezana convocase a la prensa para comunicar la complicada situación de algunas sociedades de Nueva Rumasa. El grupo de la abeja todavía no ha devuelto el dinero a los inversores de sus pagarés.

La rueda de prensa ofrecida por José María Ruiz-Mateos y sus seis hijos varones hace exactamente 365 días no dejó a nadie indiferente. Tras anunciar que diez de las empresas de su grupo se encontraban en situación preconcursal, el patriarca de la familia aseguró que “si no tuviera fe” en que devolvería todo el dinero a los inversores de pagarés se “pegaría un tiro”. Pues parece que su fe sigue intacta a pesar de que los bonistas no han visto ni un céntimo de sus inversiones.

Un año después de estas declaraciones a los inversores sólo les queda confiar en la Justicia para recuperar las cantidades depositadas en la caja de Nueva Rumasa. La mayoría de las empresas englobadas bajo la marca de la abeja se encuentran en proceso de liquidación o se han puesto a la venta para tratar de saldar las deudas con los acreedores, trabajadores y bonistas.

No obstante, tras un año no sólo el futuro de las empresas que formaban parte de Nueva Rumasa es incierto. Los Ruiz-Mateos se enfrentan a varios procesos judiciales en Palma de Mallorca por presuntas estafas en la venta de unos complejos hoteleros, así como en la Audiencia Nacional, que investiga las dudosas operaciones que había montado la familia jerezana para financiar sus empresas con pagarés. Según las informaciones remitidas por el grupo, captaron 140 millones de euros de 5.000 bonistas.

No obstante, parece que todo esto no le ha quitado el sueño a José María Ruiz-Mateos, que esta misma mañana ha remitido una carta a los medios en la que asegura que “no está arrepentido de nada” y en la que vuelve a comprometerse, como hiciese hace un año, a devolver todo el dinero a los que invirtieron en sus empresas.

El fundador de Nueva Rumasa, que reafirma que se siente “orgulloso, feliz y satisfecho de haber hecho mucho bien, especialmente en todo lo referente al mundo obrero”, al que ha dedicado todos sus “esfuerzos”, asegura que todo lo que ha hecho “ha sido por el bien de los demás”.

En esta misiva también loa la figura de sus hijos, de quienes dice que “son, sencillamente, sensacionales”, y aprovecha para volver a proferir duras críticas contra el Banco Santander y su presidente, Emilio Botín, al que acusó de la caída de su imperio.

Según la carta, “algunos banqueros, como por ejemplo el Sr. Botín (tanto él como su padre nos han odiado de forma cruel e inhumana), son los causantes de todo lo que ocurre. Sin embargo, él hace con los jueces lo que quiere y no hay quien le resista”.

El patriarca de la familia acaba su declaración asegurando que su “conciencia está limpia, sosegada y en paz” y que no odia ni siente rencor por nadie. “Dispenso y perdono todo con arreglo a la doctrina cristiana” a los “aficionados al descrédito y la calumnia” que han intentado hundir a su familia.

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