La incertidumbre y misterio que mantiene la secretaria general del PP y ‘mandamás’ de Génova, María Dolores de Cospedal, sobre la fecha del congreso de los populares valencianos está sacando de quicio a Alberto Fabra que ve como la candidatura alternativa de Francisco Camps hace peligrar su liderazgo.
El presidente de la Generalitat valenciana está de los nervios. La tranquilidad con la que se está tomando Cospedal los pertinentes congresos regionales que las ‘federaciones’ del PP tienen que hacer tras el cónclave nacional está sacando de quicio a un Alberto Fabra deseoso de renovar su liderazgo ante los constantes ataques que desde el entorno de Rita Barberá y de Camps se lanzan cada semana contra su figura.
Unas críticas que han llevado a que este sector del PPCV esté dando los primeros pasos para la posible presentación de una candidatura alternativa del expresidente de la Generalitat tras su exculpación por el ‘caso de los trajes’. Unos movimientos internos que, según observadores políticos de la región, han llevado a que Fabra exija a Cospedal, no sólo que ponga ya fecha para este congreso, sino que su celebración sea en cuanto antes. Y es que, el jefe del Ejecutivo levantino no quiere dar alas a su antecesor en el cargo e insiste en que el cónclave del partido sea días después de las elecciones andaluzas y asturianas.
Un plazo que no coincide con el planeado por Cospedal que no quiere adelantar ninguna cita del partido para evitar que estos procesos afecten a los mencionados comicios autonómicos. Unas elecciones en las que el PP se juega mucho. Por un lado acabar con la hegemonía del PSOE en Andalucía y por el otro arrebatar el poder a nada más y nada menos que a Francisco Álvarez Cascos.
Ante el planteamiento de la secretaria general del PP, Fabra pedirá ayuda mañana al propio Mariano Rajoy en la cita que tiene con el presidente del Gobierno en La Moncloa con la excusa de una nueva financiación autonómica y conocer los planes del Ejecutivo sobre el agua. Asimismo, el máximo responsable de la Generalitat pondrá sobre la mesa de Rajoy la necesidad de que aplaque las ansias de poder de Camps.
