La Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) “mantiene su convocatoria de huelga en el momento que salgan los pliegos. Ni un paso atrás”. Ese es el mensaje que ha lanzado el colectivo tras conocer las condiciones de las privatizaciones hospitalarias impuestas por Javier Fernández-Lasquetty, ya que considera que las cifras que maneja la Consejería de Sanidad sobre la cápita para abonar a la concesionarias “no cuadran”.
Tal y como ha adelantado EL BOELTÍN, el coste por paciente en los hospitales privatizados será un 12,6% más caro de lo que anunció inicialmente el Gobierno madrileño, ya que en noviembre se habló de una cápita por habitante de 441 euros de media y ahora los pliegos hablan de un máximo de 496,85 euros.
Este detalle no ha pasado desapercibido para la portavoz de la AFEM, Fátima Brañas, que ha comentado a Europa Press que estas cifras “no cuadran” y muestran que el modelo que quiere implantar la Comunidad de Madrid en seis hospitales (Infanta Leonor, Sureste, Tajo, Infanta Cristina, Henares e Infanta Sofía) encarecerá el gasto sanitario.
Por ello, la asociación mantiene los planes de convocar una huelga de facultativos cuando se publiquen los pliegos ya que consideran que la externalización “no es barata y genera desigualdades”. Concretamente, Brañas ha aseverado que la postura de la Asociación no se ha movido “ni un ápice” porque el “problema central, que es “la gestión privada de la Sanidad pública”, sigue estando ahí.
La portavoz de la AFEM ha criticado también que Lasquetty haya pretendido “desenfocar” el problema de la privatización poniendo el “foco en el asunto laboral”, en referencia a la obligación de las concesionarias de asumir a toda la plantilla que quiera permanecer en ese centro, que no garantiza los puestos de trabajo.
Sobre esta cuestión, Brañas ha subrayado que aunque se recoge esa obligación en los pliegos, no se especifica nada sobre el tipo de contratos que formalizarán las empresas para el personal eventual o laboral. En su opinión, las empresas que asuman la gestión de los centros no les interesa “desprenderse de la plantilla nada más llegar pues es más operativo no parar la máquina y seguir como hasta ahora”, aunque “otra cosa es qué pasara dentro de tres o cinco meses”.
