“La estrategia de ‘no-comunicación’” que lleva a cabo Mariano Rajoy “nos lleva al abismo”. Quien así se expresa es uno de los denominados ‘barones regionales’ del PP, muy crítico con la política que en materia informativa sigue el jefe del Ejecutivo, una denuncia a la que se unen otros dirigentes regionales del partido en el Gobierno.
Estos presidentes autonómicos, algunos con dilatada experiencia y muchas elecciones ganadas a las espaldas, aseguran que “lo peor es esconderse” y que en la actualidad “hace falta dar la cara más que nunca”, por lo que rechazan que Rajoy haya cogido la costumbre de “ocultarse detrás de un plasma”, una ocurrencia sobre la que no les extraña se hayan hecho numerosas bromas en las redes sociales.
Y es que encima de que el presidente se prodiga poco en sus comparecencias públicas y es reacio a informar a los ciudadanos (lo llaman los expertos en comunicación tener un ‘perfil bajo) ha cogido la costumbre de comparecer ‘detrás’ de una televisión de plasma.
Así es como Rajoy dio explicaciones el pasado 2 de febrero en plena efervescencia por la publicación de los ‘papeles de Bárcenas’ y la presunta contabilidad B del PP: a través de una pantalla que permitía que los periodistas siguieran sus palabras pero no le hicieran preguntas.
Después, y a pesar de las críticas, el 3 de abril, el presidente volvió a utilizar esa fórmula para informar de la Junta Directiva de su partido, lo que fue nuevamente muy criticado y provocó que varios medios de comunicación hicieran un boicot a la comparecencia “como medida de protesta por el paripé informativo que supone vestir de rueda de prensa lo que no pasa de ser la lectura de un comunicado”.
Además, en estas dos ocasiones, Rajoy dio las explicaciones ante su partido, como presidente del PP y no como jefe del Ejecutivo en el Palacio de la Moncloa.
Y cuando no lee comunicados, sale huyendo. Hay que recordar que hace un año e l presidente del Gobierno abandonó el Senado por el garaje para evitar las preguntas de los periodistas.
Rajoy evitó a los informadores que le esperaban a la salida del hemiciclo de la Cámara alta para que lanzara un mensaje ante la subida de la prima de riesgo y el desplome de la Bolsa. Al verse rodeado de medios de comunicación y no lograr abrirse paso, Rajoy dio media vuelta para irse, preguntó a sus colaboradores si había otra puerta y se marchó por el garaje, aunque sus escoltas le esperaban en la puerta principal de la Plaza de la Marina Española.
No da la cara
Pero no hay que irse tan lejos para encontrar ejemplos de lo poco que le gusta hablar a los ciudadanos a Mariano Rajoy. Esta semana no ha comparecido tras la dramática evolución del paro en España que, por primera vez, ha alcanzando los 6, 2 millones de desempleados y tampoco ha dado la cara para presentar las reformas.
Dice uno de estos ‘barones’ que ese no es el sistema con el que el presidente puede hacer comprender a los ciudadanos que los esfuerzos que les pide con los recortes son necesarios.
Y concluyen que los políticos necesitan “más valentía, más firmeza y más corazón, pero no hay que confundir firmeza con torpeza”.
