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Esperanza Aguirre se ‘alía’ con Josep Piqué y Jordi Sevilla para pedir primarias en los partidos

Esperanza Aguirre ha cogido el testito de Josep Piqué y Jordi Sevilla y ha pedido primarias en los partidos para acabar con la desafección que hay actualmente entre los ciudadanos y los políticos. La ‘lideresa’ ha lanzado esta propuesta apenas unos días después de que la cúpula del PP haya elegido ‘a dedo’ a Arantza Quiroga como sustituta de Antonio Basagoiti en el País Vasco.

Hace unos días Jordi Sevilla, ministro de Administraciones Públicas con Zapatero, y Josep Piqué, ministro de Industria y de Exteriores con Aznar, pedían en un artículo de opinión en El Mundo que para resolver estos problemas de desafección había que promover un cambio en los partidos políticos para que fuesen, de verdad, “instrumentos útiles para hacer algo colectivo” y no “medios para ser alguien, individualmente”.

Pedían un cambio en la Ley de Partidos Políticos para incluir medidas que “democraticen su funcionamiento, incrementen el control externo sobre sus cuentas y traspasen poder actualmente en manos de las cúpulas de los partidos a los ciudadanos mediante controles independientes y medidas de transparencia”.

Una postura que ha compartido hoy Esperanza Aguirre en su columna de opinión que cada lunes escribe en ABC, donde asegura que las primarias son el mejor modo de acercar a ciudadanía y políticos, tan alejados a causa de la crisis.

Para la presidenta del PP de Madrid, la “hipertrofia del poder del aparato de los partidos hace que los políticos que se presentan a unas elecciones estén más pendientes de agradar a las cúpulas de sus partidos que de responder ante los electores”. Algo que, por otro lado, considera “lógico, porque su porvenir político no depende de los ciudadanos, sino de los jefes que les tienen que presentar” como candidatos.

La ‘lideresa’ promueve un “cambio radical” para dar el “control a los electores”, lo que en su opinión sería “una eficaz vacuna frente a la corrupción”. “Un político que tiene que someterse al control directo de sus ciudadanos se lo pensaría dos veces antes de caer en ninguna tentación”, y además, “los partidos buscarían con un cuidado extremo a sus candidatos”.

Es más, pide que estas “elecciones internas” se lleven a cabo con un “proceso abierto” para que los militantes participen en los debates y se involucren mucho más en la vida de los partidos, ya que su papel actual “se limita a asistir a los mítines y corear el nombre de unos líderes que no han tenido la oportunidad de elegir”.

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