Privatización sanidad

Sigue el encierro en el Centro de Transfusiones pese a la ‘oferta’ del sustituto de Lasquetty

Centro de Transfusiones

La Consejería de Sanidad, que a partir del 1 de marzo dejará en manos de Cruz Roja la las extracciones de sangre en la calle, trató de acabar con la protesta comprometiéndose a mantener el empleo. Los trabajadores del Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid han decidido seguir adelante con su encierro contra la privatización de las donaciones de sangre pese a la ‘oferta’ que les ha hecho el nuevo consejero de Sanidad, Javier Rodríguez. El sucesor de Lasquetty les había asegurado que mantendría el empleo de las 130 personas que se encargan de las extracciones en la calle, servicio que a partir del 1 de marzo quedará en manos de Cruz Roja, a cambio de acabar con esta protesta, pero la plantilla ha preferido mantener el encierro “hasta que se garantice que todo el proceso de donación de sangre va a seguir siendo público”.

Así lo han indicado la Asociación de Empleados del Centro de Transfusión de Madrid (Adecetma) a través de su cuenta de Twitter, y la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública (MEDSAP) en un comunicado. La reclusión de los trabajadores de este centro comenzó el pasado lunes en protesta por la decisión del Gobierno de Ignacio González de dejar en manos de una entidad privada la gestión de las extracciones de sangre en la calle, y está previsto que se mantenga hasta el sábado.

Según el acuerdo, Cruz Roja se encargará de la captación de donantes y de las extracciones, mientras que la Comunidad de Madrid asumirá el procesado, análisis y distribución de la sangre. El trabajo de la entidad privada será ‘recompensado’ por el Ejecutivo autonómico con 67 euros por cada bolsa de sangre recogida, por los “gastos de personal, materiales y otros, que han intervenido en el proceso de esa donación”, afirmó hace unas semanas el portavoz del Gobierno madrileño, Salvador Victoria.

En total, la Comunidad pagará a Cruz Roja 9,3 millones de euros por la sangre extraída, hasta un máximo de 140.000 bolsas. Es precisamente esta decisión y la de ceder gratuitamente a la entidad privada las unidades móviles (autobuses) con las que hasta ahora la Comunidad realizaba los trabajos a pie de calle, la que ha llevado a los empleados del Centro de Transfusiones a iniciar este encierro.

Una acción que ha sido apoyada por numerosos colectivos de la Marea Blanca y que quedará de manifiesto tanto esta misma tarde, en la concentración que se ha convocado a las 17 horas frente al Centro de Transfusiones, como el próximo sábado 8 de febrero, cuando acabará el encierro y se celebrará una concentración el la Puerta del Sol a las 12 horas contra la privatización de la donación de sangre.

La Marea Blanca ha hecho un llamamiento a esta convocatoria, que se ha organizado para mostrar al Gobierno regional el “rechazo frontal” a las privatizaciones, que no son más que una “estrategia planificada” por el PP que “responde a intereses ideológicos al margen de maquillajes en el cambio de los responsables de la Consejería de Sanidad”.

Asimismo, ante esta “sinrazón” más de los políticos de la Comunidad de Madrid, el colectivo en defensa de la Sanidad pública anima a donar sangre solo en los hospitales públicos y recuerda a Cruz Roja que “no debe olvidar que es una entidad sin ánimo de lucro”.

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