Navarra

La moción de censura contra Barcina provoca un cisma entre Ferraz y el PSOE navarro

Yolanda Barcina, presidenta de Navarra

La dirección nacional descarta la moción para evitar que ‘contamine’ la campaña a las europeas. Esta marcha atrás chocaría con la intención de Roberto Jiménez de mantener la iniciativa. La amenaza del PSOE de Navarra de presentar una moción de censura contra Yolanda Barcina por el escándalo sobre un presunto trato de favor de su Gobierno hacia determinadas empresas, denunciado por la exdirectora de la Hacienda foral, Idoia Nieves, ha provocado un cisma entre los socialistas de esta región y Ferraz. En la dirección nacional del partido no se quiere ni oír hablar de esta moción; mientras que el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, no está dispuesto a dejarse derrotar por Madrid y defiende que no hay marcha atrás.

A la espera de que hoy se cierre la comisión de investigación creada en el Parlamento navarro hace ahora una semana, las posturas en las filas socialistas están absolutamente enfrentadas. Tal es así, que dirigentes del partido presagian que este tema puede derivar en una importante fractura en el PSOE.

Y es que, la cúpula en Madrid no quiere saber nada de una moción de censura a la que podría sumarse Bildu, porque ello traería consecuencias políticas a las puertas de la campaña electoral al Parlamento Europeo. Desde el PP se utilizaría este tema para atacar día sí, día también, al PSOE ante una cita en las urnas que, según varias encuestas, puede dar muchas alegrías a los socialistas con una importante victoria sobre los populares.

Desde el entorno de Alfredo Pérez Rubalcaba se ha descartado ya la presentación de esta moción y se ha dado luz verde a que el PSN proponga la reprobación de Barcina, algo que en la práctica no tiene mucho valor y se quedaría en una mera anécdota.

Esta posición no la compartiría el entorno del líder de los socialistas de Navarra, Roberto Jiménez, que advierte de las consecuencias de una marcha atrás que, entre otras cosas, empañaría la imagen del partido en esta región. De ahí que el secretario general del PSN tenga dos opciones: hace caso a Ferraz o rompe con la dirección nacional.

La tensión es tal que han aparecido voces que de filas para dentro proponen el relevo de Jiménez ante un órdago que ha supuesto un grave error político.

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