La secretaria general del PP se deja ver en Madrid con la alcaldesa de Elche, desatando los rumores sobre el futuro político del presidente de la Generalitat valenciana. Alberto Fabra no las tiene todas consigo para ser el candidato del PP a las elecciones a la Presidencia de la Generalitat valenciana del año que viene. Su evidente falta de liderazgo y el revés electoral que pronostican las encuestas en la región han provocado que en Génova haya quién abogue por relevarle en la lista que los populares presenten en la cita autonómica en las urnas. Una candidatura alternativa que estaría alentando la propia María Dolores de Cospedal.
La secretaria general del PP no tuvo reparos en desautorizar el pasado mes de noviembre al propio Fabra cuando, sin previo aviso, anunció públicamente que iba a ser él el cabeza de lista del partido a las elecciones de 2015. Unas palabras que sirvieron para escenificar la distancia que separa al sucesor de Francisco Camps con Génova. Y es que, a pesar de los esfuerzos de ambos por mostrar cierta normalidad, no hay sintonía entre Madrid y Valencia.
Este distanciamiento se ha incrementado en las últimas semanas ante la amenaza a una posible victoria del tripartito de izquierdas (PSPV, Compromís y EUPV) que, según varias encuestas, acabaría con la hegemonía de los populares en una comunidad, hasta ahora, bastión del PP. Algo que el partido de Mariano Rajoy no se puede permitir.
El presidente del Gobierno sabe que los votos en la región levantina, junto a los de Madrid, dan y quitar el poder, por lo que en la sede nacional del PP se han puesto manos a la obra para tratar de buscar una solución.
Entre las propuestas que hay sobre la mesa está la posibilidad de acabar con los ‘sueños’ de Fabra de presentarse como cabeza de lista a las autonómicas del año que viene y sustituirle por otro dirigente. Un candidato que hiciera frente al auge de la izquierda y acabe con las dudas de liderazgo que asolan al actual presidente de la Generalitat.
En esta misión parece estar inmersa Cospedal, que para eso es la secretaria general del PP. La ‘número dos’ del partido se dejó ver ayer en Madrid junto a una de las dirigentes populares valencianas que más suenan entre las quinielas para suceder a Fabra: la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso.
Tal es así, que esta regidora no tuvo reparos en reconocer que estaría dispuesta a competir con Fabra por ser ella la candidata a presidir la Generalitat en unas primarias, aunque antes, y según los estatutos del PP, un Congreso Nacional debe aprobar este proceso de elección interna.
“Yo estaría encantada de hacer campaña con los militantes de mi partido para ser candidata, pero ahora me remito a los estatutos”, remarcó Alonso minutos después de que Cospedal ensalzara “su tesón, su inteligencia y su ilusión” en una ciudad, Elche, que hasta que ella tomó el mando, era un bastión del PSOE.
Horas después la regidora ha querido aclarar que se refería ser candidata a la Alcaldía de Elche y no a la Presidencia de la Generalitat. Sea como sea, ha ‘calentado’ un debate en el que también han irrumpido otras compañeras de partido.
Junto a la alcaldesa de Elche, otro de los nombres que suenan con fuerza para relevar a Fabra al frente de la ‘papeleta’ electoral es la consejera de Infraestructuras del Gobierno valenciano, Isabel Bonig.
Esta sustitución no será inmediata, ya que, más allá de si será por primarias o no, lo que está claro es que Génova y, en especial Cospedal, no actuará hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo para tratar de ‘salpicar’ lo menos posible la campaña con estas cosas.
