Juan Carlos Monedero, uno de los promotores de Podemos, asegura que ve a ‘El País’ “preocupado” y recuerda a este diario que en esta formación “discutimos sin miedo”. “Si el señor Juan Luis Cebrián quiere sentarse conmigo a discutir yo encantado”. Así lo ha asegurado el líder de Podemos, Pablo Iglesias, tras las informaciones del diario El País sobre el enfrentamiento desatado entre las bases de este partido y la dirección por las listas cerradas presentadas por el politólogo para la “gran asamblea” de otoño.
“Me gustaría que igual que en las asambleas de Podemos hay periodistas, que en las reuniones de los consejos de administración o de las direcciones de los partidos pudieran haberlos también”, ha señalado Iglesias, preguntado por las noticias en torno a la existencia de divisiones internas en esta organización política.
Y es que, en su opinión, existe una beligerancia mediática contra Podemos. “El mismo estilo que encuentras en Periodista Digital lo puedes encontrar en medios supuestamente serios como El País”, ha afirmado el líder de esta organización que ha mostrado su “sorpresa” por “las alusiones continuas de Juan Luis Cebrián repitiendo varias veces ‘Pablo Iglesias, el original, no la copia”.
“Si el señor Juan Luis Cebrián”, ha continuado Iglesias, “quiere sentarse conmigo a discutir, encantado. No soy de tontear a través de artículos” y estas declaraciones, en referencia a las de Cebrián, revelan “para quién trabajada cada uno”.
Previamente, Juan Carlos Monedero, uno de los miembros más destacados del partido, ha arremetido contra el diario del Grupo Prisa en su Twitter. “Veo a El País preocupado. En Podemos discutimos los proyectos sin miedo. Y la gente decide. Entiendo que no estéis acostumbrados”, le trasladaba este dirigente al mencionado periódico.
Y es que, los máximos responsables de Podemos están bastante molestos con los ataques que desde Prisa se están lanzado contra ellos. Sobre todo, tras el notable éxito cosechado en las pasadas elecciones generales con cinco eurodiputados y 1,2 millones de votos, poniendo así en jaque al resto de partidos políticos.
