Los niños británicos suelen hablar inglés muy pronto, hecho que despierta cierta envidia. Pero está bastante claro que dominar la lengua de Shapeskeare no supone ningún indicio de mayor cultura ni señal de estar a bien con la Enciclopedia. Una encuesta realizada entre dos mil escolares del Reino Unido por encargo de la asociación de veteranos de la Segunda Guerra Mundial acaba de dejar hundidos en la miseria a tantos héroes unidos por el orgullo de su participación en aquellas batallas. No es que los niños, todos ellos escolares de 11 años, no aprecien sus gestas olvidadas, que eso parece que ya lo daban por descontado, es que ni siquiera tienen la más repajolera idea de lo que ocurrió en aquellos primeros años cuarenta del siglo pasado ni de quienes fueron los protagonistas, los buenos y los malos. Entre los malos destaca, claro, Adolf Hitler, el personaje contemporáneo más siniestro junto a otros de su calaña. Pues como si nada, a uno de cada 20 escolares británicos le suena el nombre pero ignora que se trate de un dictador sanguinario; creen y lo manifiestan así, que se trata de… un entrenador de fútbol.
Tampoco andan mejor en el conocimiento de los hechos más dramáticos del siglo que les vio nacer, que nadie vaya a pensar. El mismo porcentaje que confunde a Hitler con un entrenador de fútbol cree que el Holocausto que costó la vida a más de seis millones de judíos fue un acto tumultuario organizado para celebrar el final de la contienda y uno de cada seis piensa que Auschwitz, el principal campo de exterminio nazi, fue un parque temático.
En fin, casi lo dejaría sin comentarios. Luego nos quejamos aquí, y con razón, eso también es cierto, de que los escolares españoles flojean en cultura general, que quizás muchos tampoco sepan quién fue Franco, y que nuestro sistema de enseñanza si por algo debe ser calificado es por su condición endémica de calamidad.
