Opinión

Vic

El informe de la Abogacía del Estado concluye que hay que inscribir en el registro a todas las personas que viven en un municipio. Es una medida que, sobre todo, tiene gran valor para la policía que puede controlar el territorio sabiendo en qué puerta vive cada uno, quizá por eso el informe sea favorable y no tanto por un sentimiento de fe en el género humano y de esperanza por el futuro.
Vic es la excusa, en el fondo somos unos racistas importantes que mentimos en las encuestas. Por eso el argumento de Vic ha corrido como la pólvora entre los más simples de mente, la idea de que el inmigrante te quita el pan es un miedo que viene desde las cavernas. El PSC ha tenido que desautorizar a sus concejales díscolos y el PP tiene que tomar partido para evitar que la extrema derecha les quite votos por el camino de la rapiña emocional. Un mensaje racista viaja por el aire sin pagar impuestos, sale siempre gratis. La derecha de la derecha lo sabe y no va a renunciar a su cuota de victimismo calculado.

Esta vez no saldrán a la calle a por los inmigrantes pero ya los han señalado para la siguiente, cada vecino de Vic que esté en paro y vea a un extranjero trabajando pensará que le ha robado la cartera y saldrá su instinto de supervivencia. Sólo se apiadará de él si lo ve entre los escombros de Haití, pero en ningún caso ante la oficina del INEM de Vic. Nos molesta el prójimo, en general, ya sea en forma de vecino o de trabajador llegado desde otro punto del mundo. Es ese odio genético a los demás.

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