Opinión

Patriotismo español

Pues mire usted por donde, los españoles somos bastante patriotas; más patriotas de lo que jamás yo me había imaginado. Estamos, para entendernos, por la media europea, lo cual no es baladí. Una macroencuesta refleja que no llegamos a los niveles de patriotismo de los griegos, a pesar de la crisis financiera que les agobia, ni al patriotismo parecido de los búlgaros, a pesar de sus mafias poderosas, pero nuestro patriotismo está por encima de la siempre patriótica Francia y, por supuesto, del de los belgas, que raya bajo mínimos. Los españoles, por ejemplo, solemos alegrarnos cuando un compatriota consigue un éxito deportivo internacional, algo que no siempre sienten los compatriotas de otros triunfadores de sus países. Bueno, imagino que aquí hay que excluir los éxitos o fracasos de algún que otro club deportivo que a mí, la verdad entre nosotros, no siempre me entusiasman o me deprimen por igual. En una escala del cero al diez, los españoles nos alegramos de los triunfos de nuestros deportistas en un 7,4, que no está mal; nada mal. Y en un 74 anda al porcentaje de los españoles que no cambiarían su nacionalidad, también ligeramente por encima de la media comunitaria. Otra cuestión importante es la bandera, que algunos rechazan e incluso queman en público, como si eso fuese una actitud de rebeldía valiente. Pues por ahí afuera no son muy diferentes si se excluye a los franceses, que la rechazan de forma más clara y contundente, y de los portugueses, que son quienes más la valoran y hasta veneran. Los españoles nos identificamos con el rojo y amarillo de nuestros colores patrios, que dicen los cursis, en un 6,9 por ciento, mucho más que nuestros vecinos del norte, los franceses, en que ese porcentaje desciende al 5,8. No es de extrañar que Sarkozy, que es un patriota de segunda generación y por lo tanto más fanático que los franceses de siempre, esté preocupado por la alicaída identidad nacionalidad.

Más información