Opinión

La posible paridad en la cotización del euro frente al dólar

Una caída del euro, en principio, no sería nada que no esté contemplado en la idiosincrasia de los mercados financieros. Ni tampoco un drama, como se apresuraba a declarar ayer en los inicios de la negociación en los mercados europeos, el presidente del organismo supervisor de los mercados franceses, Jean Pierre Jouyet, opinión que fue seguida posteriormente por diversas voces autorizadas en las proximidades de varios gobiernos europeos. Finalmente esa cercanía a la paridad entre las dos grandes divisas mundiales tampoco dibujaría una situación especialmente grave.

Y tendría algún que otro beneficio para el Viejo Continente como la mejora que podría experimentarse en el comercio exterior gracias a la competitividad por precio que podría aportar ese euro erosionado. Una manera de hacer de la necesidad virtud, dado que la ausencia de políticas firmes para defender la moneda común en los países que forman parte de ella son una llamada de atención constante a los especuladores para que desencadenen sus hostilidades contra ella y hagan caja ante la debilidad de los mecanismos existentes para sustentarla.

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