Los propios funcionarios afiliados a los sindicatos decidieron no secundar la huelga que sus representantes convocaron en el sector público. En algunos puestos de la administración local llegó a haber una presencia total de los afiliados, que decidieron acudir a trabajar por temor a ver reducido su sueldo.
Las teorías conspiranoicas se les dan bien al PP. A punto de cumplirse un año desde que Cospedal, con el mar al fondo, denunció en una entrevista que el Gobierno espiaba a dirigentes del PP a través de escuchas ilegales, ahora es el PP valenciano el que hace lo propio. El partido en la Comunidad gobernada por Francisco Camps ha denunciado que agentes de la Policía Nacional podrían haber estado espiando a la alcaldesa de la capital levantina durante un acto. Esta vez, sin embargo, esta acusación ya no ha tenido tanta repercusión como el verano pasado.
Los líderes sindicales han hecho novillos. Se esperaba su presencia en Santander el martes para participar en unas conferencias sobre economía. Sin embargo, el anuncio de la fecha de la convocatoria de huelga general ese mismo día les ha llevado a cancelar su visita y sus intervenciones.
