Se necesita papel, solvente y rentable. A corto medio y largo plazo. No sobra deuda pública, ni privada. Falta. El volumen de deuda estadounidense, de grado de inversión que se negocia en los mercados ha caído en más de 700.000 millones de dólares, según aseguran desde Wall Street Journal, Buen papel que venció y no se ha refinanciado a intereses más altos. Por eso, parece haber pasado la fase en la que ‘tocaba’ acosar a los prestatarios y a los tesoros soberanos para que elevaran su rentabilidad.
El tiempo es de pactos, de deuda a diez años un poco más rentable y sin mayores sobresaltos. El bono alemán camina hacia el 3%, lo mismo que las emisiones comparables de EEUU y Francia. El de Reino Unido ya oscila alrededor de esa cifra y hasta la baqueteada deuda española se estabiliza. Ni hemos salido del euro, ni se ha roto la moneda única, ni parece fácil que sin tipos de cambio favorables, la locomotra alemana arrase. Y el euro se aprecia ahora.
