Opinión

Los paraísos fiscales, la pobreza y la riqueza estéril

Un reciente informe de la ONG internacional Setem, financiado por varios departamentos gubernamentales de varios estados europeos, analiza el papel de las grandes entidades financieras como promotoras de riqueza y desarrollo en el mundo y, de modo más específico, en la responsabilidad que podrían tener en el incumplimiento de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas. El texto, especialmente duro en algunos epígrafes, refleja una conclusión en la que relaciona determinados servicios de las entidades financieras con el escamoteo de recursos imprescindibles para acabar con la pobreza en el planeta.

Según los expertos de Setem, gracias al trabajo que las entidades financieras realizan para sus clientes multinacionales en los países emergentes y a las tramas societarias instaladas en paraísos fiscales, las naciones más pobres dejan de recaudar cerca de 160.000 millones de dólares anualmente. La recuperación de esta cantidad permitiría que estas naciones pudieran autofinanciarse para cumplir los famosos Objetivos del Milenio.

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