Opinión

Obama se enfrenta a una ‘tradición de Halloween’

Cuando falta sólo una semana para que tengan lugar las elecciones legislativas de medio término en EEUU, en las que se renovará todo el Congreso, un tercio del Senado, y que coinciden con los comicios para elegir al gobernador en 38 estados de la Unión, el presidente Barack Obama y los principales miembros de su equipo de confianza están protagonizando una febril actividad que, aparentemente, tiene como objetivo contrarrestar los pronósticos y los sondeos en los que se anticipa una sonora derrota del Partido Demócrata que, tras la contabilización de las votaciones, perdería la mayoría que ahora posee en ambas cámaras.

Esta es, por cierto, una realidad que acostumbra a repetirse en EEUU, un país, en que los electores suelen aprovechar estos comicios situados justo en el Ecuador de los mandatos presidenciales para forzar cambios en las mayorías parlamentarias que sirven, en ocasiones, como llamadas de atención al inquilino de la Casa Blanca. En tiempos recientes, este fenómeno ya fue sufrido por Bill Clinton y George Bush y ahora, según todos los sondeos que se han hecho públicos, está a punto de volver a suceder.

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