Opinión

Las deudas privadas, las públicas y los planes de ajustes

El selecto clan formado por las compañías estadounidenses presentes en Irlanda se muestra muy partidario del plan de rescate europeo. Sobre todo, tras haberse confirmado que se ha impuesto su tesis sobre los peligros que puede suponer para el país la subida del impuesto de sociedades en particular, puesto que ese mínimo pellizco del 12,5% sobre las ganancias de las compañías que operan en el territorio de este país fue fundamental para la aparición del milagro económico que tantos cronistas recuerdan en estos tiempos turbulentos.

No hace tanto, el modelo económico, fiscal y financiero de Irlanda, liberal y desregulado, era el paradigma de las buenas prácticas en política económica. Ya no, claro. Como también fue muy aplaudida en su día, la decisión con que los responsables del Gobierno irlandés se anticiparon al resto para poner en marcha un plan de recorte del gasto que, finalmente, no ha servido para evitar que todos los ciudadanos de un país paguen deudas que contrajo el sector privado.

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