La idea de algunos socialdemócratas de que con una misma propuesta de política económica de corte liberal y algunas diferencias básicas en las fórmulas sociales podía conseguirse una identidad propia frente al electorado que asegurase el voto centrista frente las formaciones conservadoras se ha roto por completo, según algunos teóricos. O cuando menos, parece resultar tan antigua, por el momento, como el acidhouse o cualquier otro estilo musical de la década de los noventa.
Sin embargo, para algunos partidos esa certeza, que ya ha comenzado a extenderse entre muchas formaciones socialistas europeas, puede haber llegado tarde. ¿O sería mejor decir pronto? En cualquier caso, los nuevos teóricos, recomiendan ceñirse, y mucho, a un par de ideas rescatadas del olvido por Jean Daniel. Qué el dinero sólo debe ser la representación del valor de un bien tangible. Y que sin una redistribución equitativa de la riqueza puede haber mercado, pero no socialdemocracia.
