Opinión

Si bebes no conduzcas… ni triciclos

La circulación vial también, aunque no se lo crean, es un campo abonado para las noticias curiosas y dando una ‘vuelta’ por internet se encuentran casos llamativos, protagonizados, sobre todo, por personas a las que se les va la mano con las copas. Como el de un holandés de 44 años que estaba tan borracho que cuando la policía le hizo el test rompió el alcoholímetro. La máquina, literalmente se volvió loca con el aliento del susodicho, y tras dejar de funcionar durante un rato cuando finalmente arrancó mostró valores fuera del rango existente.

Tuvo que ser un médico el que, con un análisis de sangre revelara que el conductor tenía siete veces más alcohol del permitido para conducir, aunque él insistía en asegurar que sólo se había tomado “cuatro cervezas”. Parecida excusa puso a los agentes un discapacitado alemán que fue detenido cuando por ‘pilotar’ su silla de ruedas en estado de embriaguez tras asistir a una fiesta. Sin embargo, las copas de más resultaron ser unas cuentas, ya que el positivo que dio superaba 10 veces el límite establecido por la seguridad vial germana para conducir por una ruta provincial.
Y acabamos con otro detenido por conducir… un triciclo. La Guardia Civil arrestó a un hombre por conducir en una carretera sevillana un triciclo de juguete, a toda velocidad, de noche, cuesta abajo y en una vía poco iluminada. Lógicamente, el vehículo carecía de faros por lo que la Benemérita le acusó de poner en peligro su seguridad y la del resto de conductores. Los hay tontos, tontos…

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