Hace calor en los cenáculos del Madrid corporativo en los que no hay otro tema que Bankia. Ya se sabe que la entidad de Rodrigo Rato y José Luis Olivas no podrá inspirarse en el modelo de La Caixa.
Ese esquema que copia la estructura de la ‘Santísima Trinidad celestial’ en su banco cotizado, su fundación y su banco malo, según una imagen que algunas malas lenguas atribuyen al propio Isidro Fainé, cuando se pone divulgativo con sus directivos. Por eso, algunas de las ‘tricoteuses’ más acreditadas de la Plaza de la Bastilla financiera madrileña empiezan a cruzar apuestas sobre quién sobreviviría en la cúpula de una eventual gran entidad financiera resultante de la fusión entre Bankia y BBVA con la que se especula en ciertos medios. Según la opinión de estos opinadores diletantes, las posibilidades de que Francisco González y Rodrigo Rato pudieran compartir el poder son nulas porque los informantes de estas comadres ociosas aseguran que la convivencia entre estos dos primeros espadas resultaría imposible.
