En la diana

La nueva diplomacia cubana

La inteligencia de la diplomacia cubana ha sido aplaudida hasta en la propia Washington. El próximo 6 de octubre el Gobierno de la Isla inaugurará en la capital de EEUU un bar llamado Hemingway Bar, en honor al escritor estadounidense (Premio Nobel de Literatura y ganador del Premio Pulitzer) que residió durante dos décadas en Cuba, en donde también forjó una relación de amistad con Fidel Castro. Hasta ahí todo es bastante evidente; la mayor de las Antillas rinde un curioso tributo a uno de los intelectuales más famosos del siglo XX que además simpatizó con la causa del Partido Comunista de Cuba (PCC). La clave del asunto reside en que Hemingway también es admirado en su país de origen.

En conclusión: las autoridades de La Habana han decidido instalar un bar de carácter conciliador dentro del recinto de la Sección de Intereses de Cuba en EEUU, que hace las veces de embajada cubana en la primera potencia del mundo. Al estar en esta ubicación, para acceder a él se necesita una invitación previa. Varios diplomáticos ociosos han señalado, además, que las consumiciones serán gratis para los ciudadanos estadounidenses que puedan entrar en el establecimiento siguiendo las restricciones comerciales entre ambos países. Por este y otros motivos, entre los amigos de normalizar las relaciones entre Cuba y EEUU existe optimismo y se aplaude la habilidad de la diplomacia isleña.

Porque este gesto responde en un tono al que no están acostumbrados los estadounidenses, que han provocado en sucesivas ocasiones al PCC desde su Sección de Intereses de EEUU en Cuba; un edificio que hace las veces de embajada estadounidense en La Habana. Con grandes paneles luminosos instalados en sus pisos más altos, Washington ha decidido emitir en diversas ocasiones mensajes ofensivos hacia el régimen de los hermanos Castro. La respuesta parece ser, pues, el Hemingway Bar. Para muchos, un modo de decir basta y tender una mano al adversario. Aunque todavía existen muchos desconfiados.

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