Mi jefe dice...

El ‘chollo’ que supone dirigir cajas de ahorros

Camufle usted las cuentas. Engañe. Y luego, robe. Así ha sido, más o menos, el proceso que ha seguido la última directora general de la CAM, que se autoimpuso una pensión vitalicia de 370.000 euros anuales hace ya una buena temporada tras reportar que la entidad financiera iba viento en popa. Ahora, tras descubrir el Banco de España que los números reales de la caja distan mucho de los que presentaba Maria Dolores Amorós, ha sido despedida. No obstante, mi jefe dice que el despido y la retirada de esta pensión no es suficiente: debe entrar la Fiscalía.

Porque mi jefe recuerda que las cajas presentan un problema grave. Y es que se supone que son de todos, pero como son de todos no son realmente de nadie, y aprovechando que no son de nadie unos ‘listos’ deciden entrar en ellas y hacer y deshacer a su antojo. Cuando el asunto falla o hace ‘crack’, entonces las cajas vuelven a ser responsabilidad de todos y el dinero público debe ser el camino de la salvación, ¿no? Pues mi jefe dice que no. Que el Banco de España debe vigilar a sus gestores y exigir responsabilidades individuales a los mismos.

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