Para algunos políticos alemanes despreocupados, las cigarras del sur de Europa son las culpables de la catástrofe financiera que padece el subcontinente y que podría terminar por llevarse por delante al euro.
Y lo son, en general, porque sí, y sin que sea necesario demostrar cualquier acusación que se les dirija: Se sabe ya lo suficiente de la pandilla de vagos y ‘bon vivants’ que pueblan países tan soleados como España, Italia, Portugal o Grecia. ¿Para qué dar más explicaciones al respecto? Es lo que hay y todos los saben.
Lo que no sabemos es si cuando los políticos alemanes a los que nos referíamos antes hablan de los ciudadanos españoles, incluyen a los catalanes en el paquete. Sería toda una decepción para algunos dirigentes nacionalistas, como Mas o Duran, que se empeñan en usar a los andaluces y a los extremeños como ejemplos perfectos de todo los males.
Según estos dos representantes de la cataluña profunda, los andaluces y los extremeños cobran por no trabajar y no saben hablar castellano.
