Bankia se ha convertido en el principal quebradero de cabeza del ministro de Economía, Luis De Guindos, que no sabe qué salida dar al banco que preside Rodrigo Rato después de que se haya alejado de manera definitiva la posibilidad de una fusión con CaixaBank.
Según comentan algunos expertos del sector, es muy difícil que la entidad continúe en solitario, dados los saneamientos necesarios, y la posibilidad de que otra entidad la compre, tras el plantón de La Caixa, es más que improbable. El troceo que han planteado algunas voces, a pesar de que supondría una solución en principio definitiva, tampoco convence del todo ya que contribuiría a empeorar la imagen global del sector financiero, muy dañada ya.
Por eso, en los mentideros cobra fuerza ahora una alternativa diferente, que pasaría por nacionalizar parcialmente Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia en la que están aglutinados, entre otros, los activos inmobiliarios tóxicos del grupo. Según se señala, esta medida permitiría mantener cotizada a Bankia, con una imagen de normalidad, si bien el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) pasaría a ser su principal accionista.
