Opinión

El Portal revisado

No hay tradición que dos mil años dure; de un plumazo el Papa se ha cargado algunos mitos del portal de Belén, ni había mula ni buey, y la famosa estrella que siguieron los Magos era una supernova. Pudiera parecer que el Papa ha pedido ayuda al Ministerio del Interior que le ha recalculado el número de asistentes al nacimiento de Jesús y parece que no fueron tantos.

“La Infancia de Jesús” es el resultado de la investigación de un teólogo muy sólido, si el Papa Benedicto XVI lo dice es porque detrás de la publicación hay años de estudio en la materia. No sólo discute el mito del portal sino que también cuestiona a San Agustín en cuanto a la castidad de María a la que sitúa como una mujer menos sobrenatural y más de su tiempo.

La revisión del portal a un mes de la Navidad también nos cambia el concepto de los villancicos. Apenas nos queda un mes para ajustar los estribillos que se cantan en las cenas familiares con zambombas, matasuegras y panderetas. ¿Iba en realidad una burra hacia el portal, rin, rin?, ¿Y aquello de la mula, San José y el niño que está en la cuna?, ¿Hubo ratones que roían los calzones? Y otro tanto con la iconografía de los belenes, ¿Qué hacemos con las figuritas que se venden en la Plaza Mayor en esos puestos dónde puedes adquirir desde un romano a unos patos que flotan en un río de papel de plata?, ¿Quién va a querer comprar mulas y bueyes después de lo que ha dicho el Papa?, sin duda que un golpe bajo para las múltiples asociaciones de belenistas que trabajan todo el año para mejorar sus miniaturas sin apartarse de la tradición. De momento se salva Herodes porque nadie se atreve a tocar el castillo que tan mala fama tiene.

Si el Ministerio del Interior saca una nota oficial al respecto pasaríamos de esos belenes de gran tamaño y numerosas figuras a una cosa más modesta y sin estrella, (por lo tanto los Reyes Magos habrían llegado bien preguntando a los paisanos, o con la ayuda de un rudimentario GPS). La revisión bíblica por parte de la policía española dejaría el asunto en que tampoco fueron tantos y además eran muy peligrosos. No se descartaría la conexión de algunos pastorcillos con Hamás, o el pasado perroflauta de un tipo tan sospechoso como San José.

Más información