¿Qué pintaba la ministra de Fomento en Panamá? ¿Solucionar los problemas de una empresa privada? Quizás fueran unas mini vacaciones porque su viaje no ha servido para mucho. ¿Qué pintaba la ministra de Fomento en Panamá? ¿Solucionar los problemas de una empresa privada? Quizás fueran unas ‘minivacaciones’ porque su viaje no ha servido para mucho.
Tras la fallida mediación de Ana Pastor, el grupo Impregilo, el socio de Sacyr en el consorcio, parece haber tomado el mando en las negociaciones con un duro comunicado en el que ha planteado dos posibles soluciones para evitar la paralización en dos semanas de las obras de ampliación del Canal de Panamá por el sobrecoste que calculan en unos 1.600 millones de dólares (1.200 millones de euros).
Según la empresa italiana, si Panamá no acepta sus condiciones se quedará sin el Canal. La respuesta llegó rápidamente.
El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Luis Quijano, considera que es “imposible” satisfacer las demandas de Impregilo. Durante su comparecencia en la Asamblea Nacional advirtió de que “la ACP podría tomar el control del proyecto, dada la incapacidad del GUPC para continuar con la ampliación” del Canal, “con algún otro contratista”.
