Mi jefe dice...

Goldman Sachs no es una orden mendicante

Goldman Sachs

Goldman Sachs ficha por el Gobierno a cambio de un euro. Desde luego, las sospechas sobre qué se traerá entre manos uno de los bancos más peligrosos de Wall Street no deja de ser pregunta obligada en este caso. Goldman Sachs parece haber sido seleccionado por el Ministerio de Economía como asesor para vender la participación pública en Bankia. Pero la noticia no se limita al nombre de la entidad; ésta ha acordado hacer todo el trabajo por un precio amigo que, redondeando, se quedaría en una unidad de euro. Es decir: Goldman Sachs va a gestionar la venta de acciones de uno de los mayores bancos de España por un euro.

Mi jefe, claro, está temblando. Y no es ni de frío ni de fiebre. Es de terror. Goldman Sachs se ha hecho famoso en la mentalidad colectiva europea por su rol en la crisis del euro. Fueron ellos quienes asesoraron al Gobierno griego de la última década para engañar a Bruselas con las cuentas, por ejemplo. Y son ellos, también, los que aparecen en los titulares de prensa cada dos por tres. Normalmente, por nada bueno.

Así que tenerles asesorando un tema como el de Bankia no parece que vaya a traer, tampoco, nada bueno. ¿Y sin cobrar? Muchísimo menos. Sobre todo si se tiene en cuenta que el modelo a seguir es el del Lloyds en el Reino Unido, donde el contribuyente ya puede celebrar que ha perdido 230 millones de libras en el proceso de desinversión pública.

Porque una cosa queda clara. O debe quedar clara, al menos. Y es que queda completamente descartado la conversión de una entidad como Goldman Sachs en orden mendicante.

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