Opinión

Felipe González no llevó coleta pero sí chaqueta de pana

Felipe González, expresidente del Gobierno

El expresidente del Gobierno parece olvidar que el ‘Felipe’ de la década de los setenta se parecía mucho al líder de Podemos. Felipe González cargó ayer veladamente contra Podemos. El expresidente del Gobierno afirmó que la revolución bolivariana “se está poniendo de moda en España” y que “sería una catástrofe” que prendieran estas alternativas, en clara referencia a los inesperados resultados de la formación que lidera Pablo Iglesias en las elecciones europeas del pasado domingo.

Quizás haya olvidado ya que el González de la década de los setenta presentaba muchas similitudes con Pablo Iglesias.

El líder de Podemos tiene ahora 35 años, uno más que los que tenía Felipe González cuando se hizo con el poder en el PSOE en el Congreso de Suresnes en 1974. En esa época a González nadie le tomaba en serio. Le discutían los históricos de su propio partido, el comunismo dominante en la oposición, la derecha y el mundo empresarial de la época. A Iglesias le critican desde todos los ángulos; los medios más conservadores, por supuesto, pero también los sectores más convencionales de IU, aún aturdidos por el ‘golpe’.

González se convirtió en una realidad política de primer orden gracias al cambio violento en lo económico y en lo social que se produjo en la España de los ochenta. Iglesias aspira a hacer lo propio en esta nueva sociedad que se alumbra hoy: la de los recortes y las nuevas tecnologías. Hasta hay un elemento adicional que les relaciona: las críticas hacia su ‘look’. A Felipe le afeaban aquellos trajes de pana que terminaron por ponerse de moda y a Iglesias le cuestionan la ‘coleta’.

Pablo Iglesias propone la nacionalización de sectores estratégicos. El expresidente del Gobierno abogó por nacionalizar las eléctricas y, en su caso, la de los bancos. De hecho, la banca española tiritaba de miedo con Felipe González porque no sabía qué pasaría con ella.

Las similitudes son muy diversas. Podemos también propone un referéndum vinculante sobre la salida de España de la OTAN. El exdirigente socialista rechazó en sus inicios la entrada en esta organización.

Lo que Felipe González parece no ver es que, al igual que pasó con la España de los setenta, ahora estamos vislumbrando el fin de una época.

El pasado 7 de mayo, los principales miembros de la Junta Directiva del Consejo Empresarial de la Competitividad se reunieron en Moncloa con el actual presidente del Gobierno. Aquel encuentro fue inmortalizado en una foto de la que pueden sacarse algunas conclusiones. Por una simple cuestión de edad, muchos de los grandes capitanes financieros y empresariales que posan allí se encuentran a punto de entregar el relevo. Y, por el mismo motivo, difícilmente pueden entender el cambio que se está produciendo en la sociedad española.

Ahora, queda por ver quién será el nuevo Pedro de Toledo que en este Siglo XXI protagonice el acercamiento del mundo empresarial a este nuevo fenómeno político. Aún así, solo estamos en el comienzo de la vida de Podemos. De modo que, como siempre, sólo el tiempo dirá lo que es capaz de hacer este movimiento.

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