Los títulos de Toyota han descendido apenas un 1% en la Bolsa de Tokio, a pesar de la sanción de 12,2 millones de euros que la Administración Nacional de la Seguridad en el Tráfico (NHTSA, por sus siglas en inglés) de EEUU le impuso al gigante automotriz nipón por informar incorrectamente sobre los defectos en el pedal del acelerador de sus vehículos.
La multa impuesta es la máxima sanción que se ha aplicado a una empresa automovilística, según reveló el secretario de Transportes de Estados Unidos, Ray LaHood.
El pasado mes de enero, 2,3 millones de vehículos fueron llamados a revisión en EEUU por el defecto en el acelerador, que produjo accidentes que dejaron como saldo 52 muertes en la nación norteamericana.
La NHTSA determinó que Toyota estaba en conocimiento del desperfecto desde «al menos» el 29 de septiembre de 2009. La empresa, sin embargo, no se lo notificó al organismo, cuando este exige que las marcas de automóviles deben informarle sobre cualquier defecto durante los cinco días laborables siguientes a la localización de éste en sus vehículos.
Por su parte, el presidente del grupo japonés, Akio Toyoda, declaró a los medios que la empresa ya ha tomado “un número importante de acciones” para mejorar su “comunicación con los legisladores y clientes sobre aspectos de seguridad, como parte de nuestro compromiso mejorado de asegurar la calidad”.
