Mercados

El valor del dinero

Ni hecatombe, ni estallido de burbuja. Al menos, por el momento. En los últimos días, los mercados de deuda soberana han vuelto a adquirir, quizá sólo por un breve lapso de tiempo, su habitual aspecto aburrido de siempre. Como consecuencia de ello, Alemania ha visto encarecerse hasta en 50 puntos básicos sus costes de emisión en las últimas tres semanas, mientras que EEUU, pese a la caída del dólar, mejora su posición.

Algunos expertos consultados por el BOLETIN consideran que los últimos movimientos en el mercado de deuda establecen el 3% como referencia clara para el precio del dinero a 10 años en lo referente a la prima exigida a los tesoros públicos para adquirir los títulos de su deuda soberana.

De momento, el bund alemán, que sigue una tendencia imparable al alza en las últimas semanas, sería el bono público que mejor refleja la tendencia a la homogeneización de las primas de riesgo entre los países considerados de alta solvencia.

Ahora el mercado, o los operadores de deuda, ya no tienen suficiente con asegurar un tipo de interés, por lo tanto, el Tesoro alemán recibe indicaciones claras de los mercados secundarios sobre la posición a medio plazo que los inversores van a adoptar en las próximas subastas. Y los números son muy claros, hace poco más de un mes, la rentabilidad del diez años germano estaba en el entorno del 2,2%.

Ahora coquetea con el 2,8% y, si los pronósticos de los expertos se confirman, la cifra se situará en el 3%, al que ya cotiza la renta fija pública francesa (ver gráfico), y al que se acerca también el diez años estadounidense que, tras moverse cerca del 3,5% en la primera parte del año, podría estabilizarse ahora en cifras parecidas a las de sus competidores europeos.

Los resultados positivos que, en general, arrojan los test de solvencia de la banca europea son, para muchos observadores, el anticipo de nuevas emisiones de títulos de renta fija, primero de las entidades financieras y luego de otros grupos corporativos privados, cuya deuda competirá con la emitida por los tesoros públicos.

Ese aumento de la oferta de ‘grado de inversión’ resultará especialmente perjudicial, para tesoros, como el alemán, que hasta ahora se habían beneficiado de la situación de incertidumbre en la que se movían los mercados financieros internacionales, como consecuencia del ataque de los especuladores financieros internacionales a la deuda soberana de los países del sur de Europa.

No obstante, la mayor parte de los expertos consultados por EL BOLETIN recomienda cautela. En su opinión, mientras persista la posibilidad de una nueva desaceleración de la economía internacional y persistan las incertidumbres sobre el repunte del consumo privado, resulta difícil vaticinar que la tranquilidad total habrá vuelto a los mercados de deuda soberana. Sin buenas noticias sobre el crecimiento, no habrá treguas largas.

El cocktail de información financiera sobre el sector bancario que ha ofrecido Francia a los mercados se ha beneficiado de la opacidad alemana. Sin las grandes lagunas germanas, los analistas quizá hubieran prestado mas atención al hecho de que en Francia sólo hayan pasado el examen cuatro bancos, que representan eso sí, el 80% de los activos del sistema. Y también de que los escenarios que se han previsto en las pruebas no sean tan duros como hubiera sido deseable.

Las autoridades supervisoras europeas, del sector financiero, esperan ahora que las entidades bancarias que necesiten reforzar su capital se decidan a recurrir a la inversión privada para hacerlo. También que, en último extremo acudan a las facilidades que sus respectivos Estados han establecido para la obtención de liquidez de refuerzo. Así de contundente se mostraban, al menos, los responsables del BCE en su comunicado inmediatamente posterior a la publicación de los test de resistencia de los bancos europeos. Pero quizá sus deseos no se cumplan por ahora.

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