Los futuros de Chicago prometían a primera hora un panorama alcista para Wall Street que, sin embargo, se ha torcido tras conocerse los resultados de Staples. Nueva York intentaba reponerse de las malas cuentas trimestrales de Hewlett-Packard pero la cadena de supermercados lo ha impedido.
La atención de esta jornada la ha acaparado aún el dirigente del FMI. Mejor dicho, el debate sucesorio que se ha abierto tras las acusaciones contra éste en EEUU. Con este panorama, los inversores han preferido esperar a la publicación de las actas de la última reunión de la Fed, donde se espera encontrar pistas sobre los próximos pasos a seguir por el organismo económico.
El protagonismo en el ámbito corporativo ha recaído sobre Dell, que a primera hora lograba suavizar las pérdidas que ayer provocaban en el sector tecnológico las previsiones de Hewlett-Packard. Los títulos de Dell se han anotado fuertes avances tras haber registrado un beneficio trimestral de 945 millones de dólares, acorde con las previsiones de los expertos.
En la otra parte de la balanza, se ha colocado Staples, que ha perdido más de un 14% en los primeros compases de la negociación. La proveedora de material de oficina ha registrado un beneficio trimestral de 198,2 millones de dólares, ligeramente por debajo de las estimaciones de los analistas, lo que ha provocado el recorte de sus previsiones económicas para el presente ejercicio y su consiguiente desplome, principal freno a las alzas que hoy prometía Wall Street.
