Mercados

La rentabilidad de la deuda griega se dispara

Los bonos griegos a diez años han superado en la sesión de hoy el 18% de rentabilidad, una cota que no se veía en el mercado secundario desde el pasado 18 de julio, cuando se debatía en Bruselas el pacto final para el segundo rescate heleno. El repunte, provocado por la falta de consenso entre los miembros de la Unión Europea para hacer efectivo este ‘salvavidas’, ha llegado a marcar un récord histórico del 44% de rentabilidad en los títulos soberanos a dos años.

En esta ocasión, la especulación se ha desatado tras la firma de un acuerdo entre Grecia y Finlandia en el que esta última nación exige garantías adicionales en caso de impago por parte de Atenas. Un trato de favor que muchos vecinos europeos han criticado y que, según los expertos más críticos con el proceso de negociación del rescate, ha vuelto a tensar las cuerdas para alcanzar un acuerdo común para el país balcánico.

La oleada de ventas sobre Grecia también se ha trasladado al parqué ateniense, cuyo principal índice de referencia ha cedido un 2% al cierre de la sesión. Un desplome del que han conseguido escapar el resto de plazas europeas gracias al ánimo alcista por el que finalmente se ha decantado Wall Street gracias a las positivas cifras macro publicadas hoy y a la espera de que la Fed anuncie el viernes nuevas medidas de flexibilidad económica.

La deuda de Portugal, la tercera nación rescatada en el Viejo Continente, ha sufrido también el envite especulador hasta alcanzar unos tipos del 11% y un diferencial frente al ‘bund’ (2,21%) de 920 puntos básicos. Sin embargo, el parqué de Lisboa lograba aferrarse a las alzas poco antes de su cierre, aunque se quedaba muy rezagado con respecto a sus vecinos europeos con subidas del 0,6%.

Los bonos a diez años de Italia y España se movían, al cierre de esta edición, en torno a la cota del 5% y la prima de riesgo se situaba al filo de los 290 puntos enteros en ambos casos mientras que sus respectivos parqués se anotaban alzas 2,6% y 1,6% respectivamente. Los bancos españoles quedan más rezagados que sus competidores italianos ya que el descenso acumulado de los últimos días también ha sido menor.

En las materias primas, los descensos verticales en el precio del crudo se suavizan. La ausencia de nuevas informaciones desde Libia y la caída en los inventarios de refinados en EEUU han disipado la euforia de primera hora y al cierre de esta edición, el barril europeo de Brent se pagaba a 110 dólares, apenas una décima más barato que al cierre de ayer.

Más profunda es la caída del precio del oro, que hoy arrastra un descenso del 4,5% en su segunda sesión consecutiva a la baja tras haber marcado cinco máximos históricos sucesivos en la última semana. Al cierre de esta edición, cada onza del preciado metal se cotizaba a 1.777 dólares.

Con este panorama, el euro conseguía mantener su cambio por 1,44 dólares. A su vez, cada billete verde norteamericano obtenía un cambio de 76,71 yenes nipones. La libra esterlina se mantenía sin grandes cambios desde el inicio de sesión y por cada moneda británica se conseguían 1,64 dólares estadounidenses

Más información