Los mercados financieros han ignorado la rotunda victoria electoral del Partido Popular, que ha quedado eclipsada por la reapertura de los temores sobre el déficit de EEUU, sin perder de vista tampoco los problemas de la deuda de Grecia, Italia, Francia y España. El Ibex 35 se hundía cerca del cierre de la sesión más de un 3%, a pesar de haber iniciado la jornada con leves descensos, inferiores al del resto de parqués.
Los principales índices bursátiles europeos sucumbían a las presiones bajistas. La Bolsa de Milán fue la más afectada y se desplomaba un 4,5% cuando faltaba media hora para el cierre de la sesión. El Dax o el Cac tampoco eran una excepción y registraban retrocesos ligeramente superiores al 3%. También en Wall Street los números rojos superaban el 2%.
Aunque los motivos siempre han sido otros, la Bolsa española siempre ha caído el día de la resaca electoral. En mayor descenso fue en 1996, cuando el Ibex 35 perdió un 5,22%, al día siguiente de que José María Aznar se alzara con el poder. En 2004, el selectivo español perdió un 4,14%. El menor retroceso hasta la fecha fue en 2008, en las últimas elecciones generales, cuando el Ibex 35 cedió tan sólo un 0,29%.
Además de las incertidumbres que llegan de EEUU, la crisis que azota la zona euro no da tregua. Las agencias de calificación continúan con sus advertencias. Así, Moody’s ha vuelto a dar un toque de atención a Francia después de que en octubre le concediera tres meses para estudiar si tras ese periodo podría mantener la perspectiva estable sobre la triple A de su deuda. Mientras que Fitch pronostica otro nuevo campo de contagio. Si la crisis financiera se agrava, los bancos de la zona del euro pueden verse forzados a rebajar el apoyo a sus filiales en los países del centro y Este de Europa, provocando así un contagio hacia esta región.
En los mercados de deuda, la prima de riesgo española ha vuelto ha dispararse hasta rozar los 464 puntos básicos, estrechando el margen con el riesgo país de Italia, que se situaba en el 475 puntos básicos. En el caso de Francia, los inversores han dedicido ignorar la advertencia que ha lanzado la agencia de rating controlada por Warren Buffett. Cerca del cierre de la sesión su prima de riesgo se colocaba en los 156, inferior a la del pasado viernes.
