Los títulos del Banco Sabadell se anotaban en la apertura de sesión uno de los retrocesos más pronunciados de todo el Ibex 35 con caídas del 0,7%. El rojo se instala en la entidad después de que esta madrugada la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), adjudicada hace unos meses al banco catalán, haya presentado los peores resultados de su historia.
En 2011, la CAM acumuló unas pérdidas por la friolera de 2.713 millones de euros, según las cuentas presentadas por los administradores nombrados por el Banco de España, presentes en la CAM?desde la inyección de dinero público hace meses. La cifra resulta aún más dramática cuando en 2010 la entidad alicantina mostró un beneficio de 244 millones de euros.
La entonces directora general de la CAM, María Dolores Amorós, se vio obligada por el banco central a reclasificar de créditos por alrededor de 1.500 millones. Sin embargo, Amorós optó por cargar estas pérdidas contra reservas para mantener un balance positivo, algo permitido a entidades en proceso de fusión. Por aquellos momentos, la caja alicantina negociaba su fusión con otras entidades de su sector, algo que finalmente nunca llegó tras la sonada negativa a la creación de la que hubiera sido el Banco Base.
Del total de pérdidas registradas en el pasado ejercicio, 2.427 millones correspondieron a la matriz, el Banco CAM adjudicado al Sabadell, mientras que el resto se atribuyen a la mala marcha de sus filiales, la mayoría de ellas vinculadas al ‘ladrillo’, sector en el que la alicantina adolece aún de una fuerte exposición. El margen de interés, la diferencia entre lo que la CAM paga por conseguir el dinero y lo que cobra por prestarlo, cayó un 38,8%, hasta los 358 millones, y también cayeron las comisiones hasta los 180 millones de euros, 19 menos que el año anterior. Ni siquiera el despido de 900 trabajadores logró mejorar la partida de gasto en personal, que sólo se redujo un 1,6%.
Dentro del sector financiero, la jornada se abría a la baja para la mayoría de ellos. Popular se quedaba entre los más rezagados con caídas de más de medio punto porcentual. Tan solo los dos grandes, BBVA y Santander, conseguían aferrarse a la parte alcista de la gráfica, con repuntes del entorno del 0,4%.
