Las acciones de Repsol han abierto la sesión de este martes con descensos de más del 8% en los cruces más bajistas a consecuencia de la decisión del Gobierno argentino de expropiarle su filial local YPF. La presidenta Cristina Fernández finalmente ha optado por hacerse con un 51% de la petrolera local que hasta ahora estaba controlada en un 57,4% por la española.
Los argumentos utilizados por Buenos Aires para llegar a este extremo son falta de inversión y producción de la compañía. Sin embargo, tal como han señalado en repetidas ocasiones fuentes de YPF la inversión de la cotizada en el país latinoamericano fue de unos 2.311 millones de euros en 2011, estableciendo un récord histórico que este mismo año se pensaba superar con una partida aún mayor destinada a este capítulo.
En la sesión de este martes, Antonio Brufau, presidente de Repsol ha explicado desde su sede madrileña las medidas a tomar a partir de ahora en referencia a su hasta ahora filial argentina. Por el momento, desde la petrolera española han calificado el movimiento del gabinete de Cristina Fernández como “ilícito” y han mostrado su rechazo a que la decisión se haya tomado unilateralmente, solo sobre la participación de Repsol y sin formular OPA alguna. Igualmente, Brufau ha apuntado a que recurrirá al arbitraje internacional para resarcir los daños ocasionados a la compañía.
Una reacción de crítica, mostrada ya por personalidades de la política española, a las que se han sumado también algunos de sus colegas internacionales como la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y el presidente mexicano, Felipe Calderón. En declaraciones a la prensa,el mandatario azteca ha apuntado que esta decisión “no favorece a nadie”, ya que se crea un clima de inseguridad jurídica y de inversión en el conjunto de Latinomérica.
También es cierto que la petrolera paraestatal mexicana Pemex es accionista de referencia de Repsol (9,492%), por lo que podría verse dañada por la decisión de la viuda de Kirchner. En el parqué madrileño, otros accionistas mayoritarios de Repsol se dolían también de la decisión del Ejecutivo argentino.
Sacyr Vallehermoso llegaba a ceder más de un 10% en los primeros cruces de la jornada, aunque a media sesión los suavizaba al entorno del 5%. Mientras tanto, CaixaBank se perdía el enérgico rebote de algunas de sus compañeros de sector: a media jornada apenas lograba alzas de medio punto porcentual, una cifra muy positiva si se compara con el recorte del 0,6% que se anotaba a la apertura.
Repsol, que también moderaba su caída al ecuador de las negociaciones al 6% abajo, compró YPF en 1999 por unos 13.000 millones de euros y después vendió a la familia Eskenazi, a través del Grupo Petersen, un 25,46% de la petrolera para dotar de una mayor presencia argentina al capital social de la cotizada. La española ha apuntado en las conferencias ofrecidas hoy que su plan de crecimiento internacional no se verá perjudicado a pesar de la expropiación de la compañía argentina que ayer se desplomó más de un 20% en Wall Street.
En cualquier caso, si bien los expertos recomiendan dejar pasar la tormenta a corto plazo en el valor, todos los grandes bancos de inversión han reiterado su consejo de compra sobre la compañía al considerar que valorando YPF a cero euros, cada acción de la española no debería valer menos de 19 euros. Una cota que el precio objetivo del consenso de analistas supera en más de un euro según datos recogidos por FactSet.
Desde la direcrtiva de Repsol además, se ha acusado a Buenos Aires de haber potenciado el clima de incertidumbre para derrumbar el precio en Bolsa de sus títulos y de los de su filial.
Al ecuador de la sesión de este martes, Repsol caía, no obstante, hacia el entorno de los 16,5 euros por acción, una frontera clave a mantener según algunos analistas técnicos para que el castigo no ahonde más en el valor. En las ventas, los gestores más activos eran UBS, Deutsche Bank y CM Capital Markets. En las compras, el protagonismo recaía sobre Credit Suisse, Capital at Work y Renta 4.
