Los títulos de Reyal Urbis han llegado a apuntarse en la sesión bajista de este miércoles alzas de hasta el 16% en los cruces más pujantes. Las múltiples especulaciones sobre los próximos pasos a seguir por la inmobiliaria para refinanciar su abultada deuda han sido el caldo de cultivo ideal para atraer apuestas especulativas y generar amplios bandazos de precio.
De hecho, señalan los analistas que siguen a Reyal Urbis más de cerca, los titubeos de precios han sido constantes a lo largo de toda la sesión. Además, destacan, que el pico de cotización ha tenido lugar a media sesión, con lo que los inversores intradía más duchos habrían podido comprar barato, vender caro y, luego, recomprar barato. Y todo esto, en medio de una montaña rusa de precios sin más sustento que viejos rumores, en ocasiones contradictorios, sobre la refinanciación de la inmobiliaria y sin haber conseguido ni tan siquiera borrar el brusco descenso bursátil del 14% con que ayer cerró la cotizada.
La ‘ladrillera’ negocia hoy por hoy un nuevo balón de oxígeno con sus acreedores que le salve de la temida disolución por la que cada vez se inclinan más voces en el mercado. Con sus cuentas actuales, Reyal Urbis es incapaz de hacer frente a las amortizaciones de un abultado crédito sindicado que comenzarán a ser obligatorias a partir del próximo año. Según fuentes del mercado, la que fuera filial de Banesto está buscando la conversión de este préstamo sindicado -refinanciado por última vez en mayo de 2010- en uno participativo.
Con este movimiento, esta partida de deuda pasaría a computar como capital, reforzando los recursos propios de la cotizada, y ya no como deuda en su balance global. Una posibilidad a la que parecen haberse aferrado los arriesgados inversores que hoy construían el rebote de Reyal. Otros rumores, en tono similar, apostaban más bien por una conversión de deuda en acciones, algo que ya ha ocurrido en alguna ocasión. Ni siquiera faltan comentarios en algunos foros bursátiles de la Red que apuntan a un eventual recurso a la dación en pago, sistema que ya ha sido empleado con buen resultado por algunas inmobiliarias españolas en los últimos meses.
Sea como fuere, lo único cierto por el momento es que la propia Reyal Urbis “se encuentra en causa de disolución”, tal como reconoció recientemente en una nota remitida al supervisor de los mercados españoles y su auditor de cuentas, Deloitte, ha mostrado en repetidas ocasiones sus serias dudas sobre la capacidad de la compañía en obtener más prerrogativas de sus prestamistas. Sin embargo, el que un buen número de entidades españolas se jueguen 3.321 millones en la inmobiliaria, hace pensar que sus acreedores harán lo posible para tener que anotarse tamaño agujero.
Este miércoles, los gestores más activos en las compras sobre el especulativo valor han sido Interdin Bolsa, Renta 4 y BBVA. En el extremo opuesto, el protagonismo vendedor correspondía a Ibersecurities, el bróker de Banco Sabadell, Bankia Bolsa y CaixaBank. El volumen de negocio superaba por tercera sesión consecutiva los 2,5 millones de títulos, una cota poco habitual para Reyal, aunque al cierre, el brusco repunte de media sesión quedaba aligerado hasta el 2,7%.
Los expertos, por su parte, después de tres sesiones de fuertes bandazos de precio y elevada negociación, auguran que si no llegan noticias, las apuestas especulativas dejarán de lado por un tiempo el volátil y maltrecho valor que pierde un 60% de su precio en lo que va de año.
