Meliá Hotels ha arrancado la sesión del martes con descensos de hasta el 4%, convirtiéndose en uno de los valores más bajistas de toda la Bolsa española. Los inversores respondían con ventas a la colocación que Banco Sabadell ha hecho del 6% de las acciones de la hotelera que aún mantenía como herencia de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
El Sabadell se dispone a hacer caja una vez más con su herencia de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). La entidad ha dado mandato a BNP Paribas y a Fidentiis para encontrar nuevo dueño a la participación del 6% que mantenía en Meliá Hotels. Un paquete por el que, a precios de mercado, podría embolsarse unos 64,3 millones de euros.
La venta, que había sido confiada a cierre de mercados de ayer a BNP Paribas y a Fidentiis, se ha llevado a cabo mediante el sistema de colocación acelerada. En apenas una hora y media desde la primera comunicación al mercado de esta operación, ya se remitía una nota con los resultados del proceso: todo vendido por 61 millones de euros. Un importe que equivale a 5,50 euros por cada una de las 11,1 millones de acciones transmitidas.
El Sabadell se ha apuntado con esta operación unas plusvalías de 17,7 millones de euros. Pese a haber vendido con un descuento del 5% frente al precio de mercado de ayer lunes, el importe cosechado ha sido mayor al que marcaban los libros de Inversiones Cotizadas del Mediterráneo, instrumental a través de la que la desaparecida CAM mantenía su participación en la hotelera. Además, en ningún cruce de la sesión -ni en aquellos más bajistas- la gráfica de Meliá Hotels caía hasta el precio de la colocación. De hecho el Sabadell seguía figurando como consejero y accionista de relevancia.
Este martes, el volumen de negociación en Meliá alcanzaba su registro más alto en mes y medio, con más de 400.000 acciones a media sesión bursátil. En las ventas que se imponían a la espera de ver cómo queda el mapa accionarial de la cotizada dominaban Banco Espírito Santo y Credit Suisse. Mientras tanto, los gestores más activos del lado comprador eran Ibersecurities -el bróker del propio Banco Sabadell- y Banco Santander.
