Mercados

CaixaBank se salva del paso por caja de los viejos accionistas de Banco de Valencia

Sucursal de Caixabank

CaixaBank ha remontado en las últimas dos sesiones de Bolsa un 1%. Un movimiento a contracorriente de los descensos que vaticinaba la llegada a su capital de unos 25.000 nuevos accionistas, inversores del desaparecido Banco de Valencia hasta el pasado lunes. La catalana digiere sin problemas la absorción definitiva de su vecina del sur.

La retirada bursátil de Banco de Valencia se sentenciaba el viernes a cierre de mercados, con la inscripción en el Registro Mercantil de la fusión por absorción a favor de CaixaBank a través de un agresivo canje de acciones. Desde entonces, lejos de acusar el desdén de los accionistas del valenciano, la heredera de La Caixa se ha beneficiado de la llegada de dinero oportunista con la vista puesta en la hipotética participación de la catalana en nuevas operaciones corporativas del sector.

Como ya ocurrió en su momento con la absorción de la también cotizada Banca Cívica, CaixaBank vuelve a salir indemne de la acogida de sus nuevos accionistas. Una situación que los analistas achacan a dos factores. El primero de ellos, la incertidumbre reinante sobre cuál será el movimiento final de reestructuración del sector financiero en España. El segundo, apuntan, el que muchos antiguos inversores de Banco de Valencia hayan preferido esperar a una eventual remontada de la catalana para vender acciones y conseguir euros contantes y sonantes. No obstante, muchos podrían haber dado ya orden de venta, como atestigua el que el bróker de La Caixa sea precisamente líder indiscutible de ventas en las dos últimas sesiones.

En este sentido, recuerdan que estos nuevos ‘inquilinos’ acaban de recibir una única acción del presidido por Isidro Fainé a cambio de 479 acciones del desaparecido levantino. Puesto que éste ha conservado desde que se publicaron las condiciones del canje un precio unitario de 0,01 euros -el mínimo permitido en Bolsa española-, se les podría considerar una quita del 47% adicional a su inversión. Y es que, a fecha del pasado viernes en que se hizo efectivo el canje a cierre de Bolsa, cada acción de CaixaBank cotizaba a 2,523 euros, lejos de los precios que marcaba a finales del año pasado en que se determinaron las condiciones iniciales de la fusión.

Aunque la operación no ha tenido efecto dilutivo alguno sobre el resto de accionistas de CaixaBank, por haberse completado a base de autocartera, sí que cambia su reparto de capitales. Ahora un 0,2% del catalán está en manos de los viejos accionistas del centenario de Pintor Sorolla y un total de 75.000 inversores mantienen posiciones en el capital del comprador.

Banco de Valencia está ya fuera de las pantallas de las Bolsas españolas, que se apresuraron a comunicar la exclusión de sus valores entre los últimos compases de negociación del viernes y los primeros del lunes. Sin embargo, su marca seguirá viva en las provincias de Castellón y Valencia, tal como anunció recientemente CaixaBank en el último paso para la integración completa del valenciano: el cambio de la identidad corporativa de las sucursales que traerá también la ‘resurrección’ de la marca Banco de Murcia.

Más información