Citigroup no ha conseguido el visto bueno de la Fed para su plan de capitales. El aprobado por los pelos en los test de estrés le obliga a suspender el pago de dividendo entre fuertes descensos. Un paso separa el estrés del pánico. Así lo atestigua la gráfica de cotización de Citigroup. El gigante financiero llega a desplomarse un 6% en Wall Street después de conocerse que las pruebas de solvencia de la Reserva Federal no le permiten continuar con su plan de capitales. Los accionistas se quedan sin el dividendo prometido.
Las fuertes caídas a las que apuntaba el mercado de futuros de la Bolsa neoyorquina se han moderado conforme avanzaba la sesión. Sin embargo, la gráfica de Citigroup era la que presentaba el rojo más intenso de entre las entidades que no han conseguido el visto bueno de la Fed para sus hojas de ruta de distribución de caja fuerte. Y es que, además del revés de Janet Yellen, la entidad digería los rápidos cambios de consejo de varias casas de análisis.
Bernstein, Keefe y Bruyette & Woods son algunas de las casas de análisis e inversión que se han apresurado a recortar su consejo sobre las acciones de Citigroup. Todos ellos han pasado de marcar el valor para sobreponderar en las carteras de sus clientes a colocarlo como igual a mercado. Un cambio que ha animado a muchos inversores a hacer caja con su participación, sobre todo a los de perfil más rentista que habrían tomado posiciones animados por la promesa de dividendo y recompra de acciones que ahora se ha visto frustrada.
Ninguna de estas dos iniciativas será posible pues la Fed ha estimado que Citigroup aún debe avanzar en su plan de refuerzo de capital y, por tanto, no está listo aún para dedicar parte de su caja fuerte a retribuir a sus inversores. Una exigencia que el gabinete de Janet Yellen ha extendido para más entidades aparte del neoyorquino, que sin embargo ha sido el de mayor tamaño en no conseguir el aprobado para su proyecto.
En el otro lado de la balanza, entidades como Wells Fargo celebran con cautela la luz verde de la Fed a sus hojas de ruta. No obstante, las alzas se limitan a poco más del 1,5% ya que el mercado daba por hecho que los grandes nombres de la banca estadounidense no tendrían problema para ello. Es así que el rechazo a los planes de Citi ha pillado al descubierto a inversores y analistas que ahora se apresuran a reducir posiciones.
