Técnicas Reunidas supera su propio récord. Ha conseguido el mayor proyecto de refinería llave en mano a un solo contratista de la historia y sube con fuerza en Bolsa. Técnicas Reunidas se desmarca como uno de los valores más pujantes en el Ibex 35 este viernes. Las acciones de la firma de ingeniería alcanzan los 45 euros unitarios al despuntar un 2,6% después de haberse conocido que ha sido la elegida para la modernización de la refinería peruana de Talara, una de las más importantes del país andino.
El contrato de modernización, que se ha suscrito bajo la modalidad de llave en mano, promete ingresos por más de 2.700 millones de dólares, más de 2.000 millones de euros al cambio de divisas. Los analistas que se han lanzado a valorar la operación anunciada ya a última hora de ayer, con la Bolsa cerrada a negociación, destacan también que la responsable de la licitación haya sido la estatal Petroperú.
La única firma de ingeniería del Ibex 35 será responsable del proyecto, sus aprovisionamientos y la construcción de las unidades de tratamiento de crudo de la modernización de la planta de Talara, según recoge el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se mejoran así las condiciones obtenidas hasta ahora, que en lugar de llave en mano se habían diseñado bajo la modalidad de libros abiertos, ha indicado la compañía.
La magnitud del proyecto es tal que se trata del de mayor volumen para una refinería bajo la modalidad llave en mano adjudicado nunca antes a un único contratista. Y el anterior récord ya obraba en manos de Técnicas Reunidas desde el año 2011, cuando se hizo con unas obras similares en Turquía por 2.400 millones de dólares. El plazo para la puesta en marcha de las nuevas instalaciones de Talara es de 55 meses.
Al ecuador de la sesión de este viernes, el volumen de negociación en Técnicas Reunidas ya duplicaba la media anual para una jornada completa en el valor al superar el medio millón de títulos. Morgan Stanley y Deutsche Bank se colocaban como los gestores más activos en las compras, mientras que las ventas corrían por cuenta de Credit Suisse en primera instancia y por amplio margen sobre el resto de brókeres.
