Bolsa

Wall Street se enfrenta a un nuevo ‘caso Gowex’

Sede de Marvell

La tecnológica sobre la que ahora se ciernen las sospechas de la comunidad inversora esta afincada en el paraíso fiscal de Bermudas. Su nombre es Marvell. La historia se repite. Otra tecnológica reconoce errores en su contabilidad que, una vez subsanados, podrían recortar drásticamente sus más recientes cifras de negocio en las que ha sustentado su ascenso bursátil. Marvell es el nombre de la firma asentada en el paraíso fiscal de Bermudas y cotizada protagonista de este nuevo ‘caso Gowex’.

Lo que en principio habría podido ser tan solo una de las habituales anécdotas de revisión de balance a las que se enfrentan muchas de las cotizadas de Wall Street a lo largo de su trayectoria comienza ya a apuntar hacia una situación bastante más compleja. Los inversores no han tardado en reaccionar y este mismo viernes, la tecnológica ha perdido más de un 16% de su capitalización bursátil.

En el documento en el que Marvell -que nada tiene que ver con la afamada factoría de cómics- reconoce sus errores de contabilidad, también se explica que ya se ha abierto una investigación a fondo de sus libros de llevanza. Pero no solo eso. Como sin darle la importancia que esta circunstancia podría revestir, se menciona que la tecnológica ha abierto un proceso de “armonización” en su alta dirección.

La firma domiciliada en Bermudas apunta así hacia sus más altos responsables como posibles artífices del maquillaje de cuentas que ahora se está investigando. Una posibilidad que recuerda mucho al que se terminó confirmando en casos de falseo de cifras como los de Gowex o la británica Quindell y la estadounidense Endurance International. Incluso de fuera del sector en otro de los fiascos más sonoros y dolorosos de la historia reciente de los mercados españoles: Pescanova.

A modo de prevención ante lo que pueda estar por venir, fueron ya muchos los inversores que el viernes se apresuraron a vender asumiendo incluso ligeras pérdidas con el objetivo de no quedar atrapados en un hipotético proceso de quiebra y suspensión de negociación. En la sesión de cierre de la semana pasada, la misma en la que el posible escándalo comenzó a airearse, cambiaron de manos 45,29 millones de sus acciones, ocho veces la media del último año para una única sesión.

Una de las primeras casas de análisis en recomendar la huida de Marvell a sus clientes ha sido Susquehanna. Su experto Chris Caso explicaba en un reciente informe que la sus acciones son simplemente “imposeíbles” a pesar de que, de momento, la cotizada solo ha reconocido la “revisión de ciertas cuestiones de reconocimiento de ingresos en el segundo trimestre del año fiscal 2016”.

Las sospechas apuntan desde el presidente del consejo y director ejecutivo de Marvell, Sehat Sutardja, al director financiero interino de la tecnológica, Sukhi Nagesh, quien ocupó de forma transitoria el puesto de su antecesor, Michael Rashkin, que sorprendió al mercado con su dimisión después de solo un año y medio en el cargo tras haber permanecido durante 16 como empleado de una firma que ahora que promete dar mucho que hablar en los próximos días e incluso meses en la meca global de las finanzas.

Más información