¿El rebote de los emergentes con epicentro en la Olimpíada de Brasil? ¿El desplome de la industria del lujo en Bolsa? Si se dan algunos factores ahora impensables, podríamos verlo el año que viene. Las previsiones de inversión que en los últimos días inundan el correo de muchos inversores dan por hecho que nada de esto sucederá. Pero, ¿y si ocurriera? Esa es la pregunta a la que responde Saxo Bank en su elenco de los diez cisnes negros que el año que viene podría provocar todo un terremoto en los mercados internacionales.
El banco danés define esta decena de escenarios como “controvertidas e independientes entre sí”. En cualquier caso, para bien o para mal de los inversores en función de las opciones que hubieran tomado con su cartera “podrían darle la vuelta completamente al mundo de las inversiones” en caso de confirmarse. El descalabro del modelo de Silicon Valley, una drástica apreciación del rublo o la recuperación de la economía de los emergentes con epicentro en las Olimpiadas de Río de Janeiro son algunos de estos cisnes negros.
De máxima actualidad es el rumbo que tomarán las decisiones futuras de la Reserva Federal de EEUU. En un clima en el que según Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, “la relajación cuantitativa y otras formas de intervención han fallado”, un panorama posible pero nada esperado es que la Fed opte por políticas más agresivas con “una serie de agresivas subidas de tipos” que hunda el mercado global de bonos corporativos. El efecto de cuello de embudo sería dramático para la renta fija empresarial.
La segunda predicción descabellada de la entidad danesa está también estrechamente vinculada a las decisiones más inminentes de los dos grandes bancos centrales de ambas orillas del Atlántico: un euro por 1,23 dólares estadounidenses. Esto sería fruto de “un masivo superávit por cuenta corriente” y una inflación débil en el Viejo Continente frente a una divisa norteamericana más devaluada por la retirada de estímulos por parte del equipo de Janet Yellen.
Sin salir del plano de las divisas, Saxo Bank apunta hacia una hipotética subida del 20% para el rublo ruso frente al dólar, el euro y otras divisas internacionales de primer orden. En este caso, los ingredientes que dan lugar a este cóctel explosivo son incremento de demanda de petróleo y una subida de tipos más lenta de lo que vaticina el mercado en EEUU.
Todavía en el terreno macro, el cuarto cisne negro contempla una inflación desatada debido al fenómeno de ‘El Niño’. A razón del recrudecimiento de este fenómeno meteorológico en los últimos años, se baraja que el de 2016 sea “el más fuerte que se haya registrado” nunca antes, provocando escasez de humedad en el Sureste asiático y sequías en Australia que resulten en una menor oferta de materias primas agrícolas frente a una mayor demanda en línea con la recuperación económica global.
En este bloque se incluye también la posibilidad de que la Olimpíada de Brasil impulse “una recuperación de los emergentes” liderada por el país amazónico. Las inversiones destinadas a la celebración del evento rey del deporte sumadas a un auge en las exportaciones por unas divisas locales depreciadas resultarían en un “gran año” para las bolsas locales.
De vuelta al sector de las materias primas, son dos las previsiones que Saxo Bank dibuja como posibles desestabilizadores de las proyecciones de consenso: un breve retorno del barril de petróleo a los 100 dólares y una remontada del 33% en el precio de la plata. En el primer caso, el desencadenante podría ser una drástica e inesperada revisión de la hoja de ruta seguida hasta ahora por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con Arabia Saudí a la cabeza. En el caso del preciado metal, la ruptura de sus “cadenas de oro” llegaría por el impulso político a las energías renovables tras la Cumbre de París. Y, para la fabricación de paneles solares se necesita este material.
Con EEUU y la evolución de su economía tienen que ver otros dos cisnes negros para 2016. El primero de ellos es el “regreso a la tierra de los unicornios de Silicon Valley” con un camino similar al pinchazo de las puntocom en el año 2000. La segunda es una arrolladora victoria del Partido Demócrata en las elecciones que el país celebrará el próximo año y que supusiera no sólo su reafirmación en la Casa Blanca, sino también la recuperación de poder en el Congreso, imponiendo la ahora imprevista prolongación de muchas políticas de la administración Obama.
El décimo rara avis de la lista es el descalabro en la demanda de artículos de lujo. En este escenario, el banco danés plantea que “Europa considera la introducción de un ingreso básico universal para garantizar que todos los ciudadanos puedan permitirse cubrir sus necesidades básicas” en medio de un paro de más del 10% y una creciente desigualdad social. Ante estas políticas igualitarias, los productos de alta gama y sus compañías fabricantes -y, por extensión sus inversores- serían grandes perjudicados.
