Las acciones de Banco Santander registraban un descenso de un 1,05% al cierre hasta marcar los 3,16 euros dentro de un Ibex 35 que finalmente se dejaba un 0,8%. El valor rompe un rally que duraba ya cinco sesiones y que le había permitido romper de nuevo la barrera de los 3 euros. En el acumulado del año la entidad sube más de un 25%, con la capitalización bursátil ligeramente por debajo de los 55.000 millones de euros.
El rebote en el año permitió al Santander alcanzar a principios de junio los 3,5 euros, recuperando los niveles en los que se movía en febrero y marzo de 2020, justo antes del estallido de la pandemia, pero desde entonces ha perdido un poco de fuelle. Los mínimos de la actual crisis los marcó el 2 de octubre del año pasado, cuando cerró en 1,50 euros.
El banco que preside Ana Botín presenta mañana sus resultados de la primera mitad del año. De enero a marzo alcanzó un beneficio atribuido de 1.608 millones de euros, un incremento del 386% respecto a los 331 millones el mismo periodo del año anterior, cuando realizó una provisión de 1.600 millones de euros a causa de la pandemia.
Eso sí, el banco registró en el primer trimestre de este año un cargo neto por valor de 530 millones de euros correspondiente a los costes de reestructuración previstos para el conjunto del año, principalmente en Reino Unido y Portugal. Sin ese cargo, el beneficio ordinario en el primer trimestre del año fue de 2.138 millones de euros, un 50% más que en el último trimestre de 2020 y que compara con los 377 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Este fue el mayor beneficio ordinario de Santander desde el segundo trimestre de 2010.
