Las acciones de Grifols se han disparado hoy un 8,5% hasta alcanzar los 24,28 euros, liderando con creces un Ibex 35 que ha subido un 0,8%. Con la subida de hoy, el valor logra ponerse en positivo en el acumulado del año, con una revalorización de un 3% y una capitalización bursátil de unos 10.300 millones de euros.
Las subidas de Grifols han llegado a alcanzar el 15% en los primeros compases de la negociación, aunque poco a poco se han ido moderando. La razón de esta euforia hay que buscarla al otro lado del Atlántico, y en concreto en las malas noticias para su rival estadounidense Vertex.
Vertex Pharmaceuticals anunció ayer el punto y final a sus esfuerzos para desarrollar una terapia para el trastorno hereditario AATD, un revés en la búsqueda de la biotecnología para ampliar su oferta más allá de los medicamentos para la fibrosis quística.
Tras informar de los resultados de un ensayo en fase intermedia, Vertex afirmó que su tratamiento experimental, VX-864, probablemente no beneficie sustancialmente a los pacientes. La empresa interrumpió el desarrollo de un compuesto similar el pasado otoño por problemas de seguridad. Ambos estaban destinados a tratar la deficiencia de alfa-1 antitripsina, una enfermedad hereditaria en la que el hígado del paciente no produce una proteína necesaria para protegerse a sí mismo y a los pulmones.
Los pacientes que recibieron VX-864 observaron un aumento de los niveles de la proteína, llamada alfa-1 antitripsina, en comparación con los que recibieron un placebo; aun así, no produjo un beneficio clínico significativo, reconoció Vertex, cuyas acciones se desplomaron ayer en Wall Street.
