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Una huelga en el Canal de Panamá vuelve a poner en apuros a Sacyr

Sede de Sacyr

El sindicato mayoritario de las obras de ampliación de la infraestructura transoceánica reclama un incremento salarial del 8% para sus más de 6.000 empleados. La normalidad en los trabajos del Canal de Panamá vuelve a estar en apuros. Apenas dos meses después de que la constructora española Sacyr, líder del proyecto de ampliación, anunció el comienzo de las pruebas en la infraestructura, una huelga amenaza con crear nuevas tensiones entre la empresa y el país centroamericano.

El Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), principal fuerza gremial en las obras de ampliación del Canal, ha sido el convocante de la huelga. El paro comenzará el próximo miércoles a las 7:00 de la mañana según el horario local y tendrá carácter indefinido para forzar un aumento en el salario de los más de 6.000 empleados de las obras de la vía transoceánica, así lo ha adelantado el líder sindicalista panameño Saúl Méndez.

Este conflicto ha estallado a ocho meses de que las obras del Canal tuvieran que estar listas para su inauguración y la puesta en marcha de las nuevas vías y esclusas. Además, supone una traba más en las frecuentemente tensas relaciones que el consorcio liderado por Sacyr ha mantenido con las autoridades panameñas prácticamente desde el inicio de los trabajos a lo largo del país, sobre todo en torno a los pagos por costes sobrevenidos que Panamá rechazaba asumir y que forzó a la constructora española y sus socias a ralentizar el ritmo de trabajo por falta de liquidez.

Desde la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), su administrador Jorge Quijano, ha denunciado que “cualquier retraso adicional [a los ya sufridos hasta ahora] va a tener un impacto negativo en los ingresos del país”. Además, ha advertido de la necesidad de encontrar una solución viable al conflicto con los trabajadores porque “un día de interrupción puede convertirse en más de un día de retraso al final de la obra”.

Los responsables de Grupo Unidos por el Canal (GUP), el consorcio constructor internacional que lidera Sacyr, ha anunciado ya que está dispuesto a negociar, pero que la ACP también debería asumir su parte para poder responder a las demandas de los trabajadores. No obstante, las autoridades panameñas ya se han desmarcado del conflicto abierto al afirmar que se trata de una cuestión a resolver entre la contratista y sus trabajadores.

Suntracs exige un aumento salarial de más del 8%. El grupo liderado por Sacyr acusa a la ACP de haber mantenido una actitud “intransigente y negativa” que ha impedido la consecución de cualquier acuerdo. Mientras tanto, el sindicalista Méndez denuncia que en 2014 se negoció un convenio colectivo con la Cámara Panameña de Construcción para el incremento de sueldo que ahora reclaman y que, según defiende, debió haber entrado en vigor en julio de este año “como lo hizo el resto de empresarios de la industria de la construcción”. Una práctica que de momento no se ha trasladado al Canal, donde “conversaciones por más de dos meses” tampoco han resuelto el que promete convertirse en el próximo quebradero de cabeza de la aventura transoceánica de la española presidida por Manuel Manrique.

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